El heredero sobre ruedas de Indianápolis
La marca del león rinde homenaje a la mítica carrera de las 500 millas con un impactante prototipo
Este prototipo está dotado con un sistema híbrido de propulsión que puede rendir una potencia de 500 CV
Haberse iniciado en el apasionante universo de la automoción en el año 1889 le ha permitido a Peugeot convertirse en una de las marcas del sector que han atesorado mayor contenido patrimonial. La firma francesa ha labrado su centenaria trayectoria a base de numerosos éxitos comerciales, aunque también aprendiendo lecciones magistrales de algunos modelos que han sido verdaderos fracasos a nivel de ventas. Pero los mejores capítulos de su historia particular han sido escritos por vehículos de competición, por bólidos que con el paso del tiempo merecen se considerados como mitos sobre ruedas.
Las personas jóvenes, aquellos aficionados que acaban de acceder al excitante mundo de la pasión por las carreras, deben identificar seguramente a Peugeot como una firma poderosa en la especialidad de los raids, debido a la hegemonía que demuestran sus bólidos en el Dakar. Pero sin menospreciar la espectacular victoria obtenida por Stéphane Peterhansel en la carrera más dura del calendario mundial contemporáneo, para rememorar la edad de oro en competición de la marca del león es mejor remontarse a principios del siglo pasado, una época en la que dominó contra todo pronóstico la mítica carrera de las 500 millas de Indianápolis.
En el óvalo más legendario, considerado como la catedral americana de los deportes del motor, Peugeot inscribió su nombre como ganador en tres ediciones. Jules Goux ganó en 1913 y Dario Resta se apuntó la victoria en 1916, mientras que Howard Wilcox subió a lo más alto del podio en 1919 a los mandos de sendos bólidos que lucían en su frontal el logotipo del león. Con la finalidad de rendir un merecido homenaje a esa brillante etapa, los responsables de la firma francesa han creado un chocante concept car que se ha inspirado en las afiladas formas del monoplaza ganador que cumple cien años, el L45, que se adelantó a su tiempo gracias a la avanzada concepción de su motor, dotado con 4 válvulas por cilindro y dos árboles de levas.
El vanguardista proyecto ac- tual, que responde a la denominación de L500, destaca por la naturaleza híbrida de su sistema motriz, que combina un motor de gasolina y dos propulsores eléctricos. El innovador prototipo desarrollado por Peugeot puede alcanzar una potencia máxima de 500 CV, una capacidad de empuje que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,5 segundos. Por si la afilada forma de su carrocería no resultara suficientemente impactante, se ha decidido crear un interior digno de ciencia ficción, con una versión de carreras del i-Cockpit, la peculiar instrumentación elevada de Peugeot, que mantiene informado al piloto mediante hologramas.