Una propuesta impertinente
El 9 de julio del 2013 publiqué un artículo, en estas mismas páginas, con el título “El AVE es un cuervo” (me equivoqué, el ave ladrona es una urraca). En él decía que, en Francia, el Gobierno había recibido un informe del Parlamento en el que se priorizaban las inversiones. No más alta velocidad (Francia la inventó) y más mantener lo que se tiene. El Gobierno francés hizo caso del Parlamento (¿como en España?) y paralizó las líneas en marcha y en proyecto, menos una. En España y en la web de ADIF hoy todavía se puede leer como objetivo: “Que 9 de cada 10 ciudadanos estén a menos de 30 km de una estación de AVE”. ¡Y no ha dimitido nadie todavía!
En España la pregunta es: ¿cuánto se pierde con nuestros 30 millones de pasajeros (en el 2012, 20 millones) y nuestros 3.143 km de vías AVE (en el 2012, 2.000 km)? Decía en el 2013: “Pero además, la deuda acumulada de ADIF puede ser de 20.000 millones”. En el 2015 ya fueron 14.500 millones.
El problema es lo que se perderá en el 2016 y... en el 2026. ¿Adónde vamos? Directamente a que la urraca (o el cuervo) nos arranque los ojos. ¿Qué se puede hacer? Invertir en aquello que revierte en beneficio de la economía. Tenemos ejemplos: el ancho de vía internacional para mercancías por el llamado corredor mediterráneo. Este proyecto lleva 50 años de retraso, lo que se considera “una anomalía impropia”.
Conseguirlo con la actual gestión de la infraestructuras es un acto de la fe del carbonero. Conseguirlo con una administración pública como la francesa sería posible (ya vimos lo que se hizo en el 2013). El lendakari del Gobierno Vasco Iñigo Urkullu ha sacudido el independentismo catalán al decir que la independencia es algo del siglo XIX en un mundo globalizado. Propongo un estadio intermedio entre la autonosuya actual de Catalunya y la independencia.
Propongo adscribirnos a Francia como una región libre asociada, es decir, una región francesa asimilada, con un cierto grado de autonomía algo superior a la de las regiones francesas. En la actualidad la educación, por ejemplo, es una competencia exclusiva de las regiones. Y además, se invertiría en lo que, de verdad, importa: el corredor mediterráneo desde Alcanar a Perpiñán. Y todo lo demás que llevamos esperando decenas de años: Rodalies, transporte público eficiente y otras cosas que están en la mente de todos los lectores y ciudadanos.
Además hay un precedente. Durante la guerra de los 30 años, que acabó en 1659 con el tratado de los Pirineos, durante unos años Luis XIII, el Justo, fue Conde de Barcelona.
Quizás esta opción intermedia haga reaccionar a los partidos mayoritarios españoles (PP, PSOE, Podemos et altri). No se pierde nada con probar.
Parte de Francia Si Catalunya fuera una región francesa se invertiría en lo que importa, como el corredor mediterráneo o Rodalies