Seis posibles sorpresas en bolsa
Descartes escribió en su Tratado de las Pasiones: ninguna emoción supera a lo inesperado. En bolsa, el 2016 fue un año de sorpresas. Entre enero y febrero, las bolsas sufrieron pérdidas que nadie esperaba, pero la mayor sorpresa fue el Brexit, con una pérdida media del 9%, y pocos esperaban la victoria de Donald Trump, pero Wall Street echó las campanas al vuelo.
En el 2017, la primera sorpresa puede surgir por la sobrevaloración de Wall Street, con un PER de 28,3 según el procedimiento del premio Nobel, Robert Shiller, (número de veces que el precio contiene los beneficios por acción) un 70% por encima de la media a largo plazo ¿Tanto se espera de las medidas del presidente electo? Los mercados europeos estarán baratos y deberían atraer compradores en dólares.
La segunda sorpresa es que el denominado índice del miedo está por debajo de la media, lo que indica una destacada placidez del mercado de acciones, cuando el año cierra con máximos históricos de Wall Street y una inesperada vuelta a la deuda corporativa, cuyo rendimiento ha caído a la mitad (bonos basura o de alto riesgo). ¿No sería más apropiado una venta masiva de deuda y cambiarla por acciones en dólares? ¿Es el vértigo de las alturas?
La tercera sorpresa es un recorte de la producción de petróleo. Pero en sentido opuesto, en EE.UU. el abaratamiento de la deuda de alto riesgo está evitando la quiebra de los yacimientos que no cubrían los costes financieros. De esto a un aumento de la producción del fracking y las promesas del presidente Trump sólo queda un paso. Pero en materia de hidrocarburos, nunca hagas previsiones, especialmente si son sobre el futuro.
La cuarta sorpresa puede provocarla la Fed si en el 2017 aumenta tres veces los tipos oficiales y la deuda a diez años americana pasara a rendir el doble que la alemana. Por la paridad de tipos de interés debería provocar un proceso alcista del dólar, contrario a las pretensiones del presidente Trump. La quinta es que la expansión fiscal americana no tendrá efectos a corto plazo. Aunque vaya acompañada de medidas monetarias, Japón perdió una década esperando la recuperación de la senda de crecimiento. Si las medidas proteccionistas del presidente Trump se aplican como prometió ¿quién comprará a EE.UU.? Quizás Alemania tendría ventajas adicionales para ganar exportaciones.
La sexta y última es que el 2017 es año de elecciones generales en Alemania y Francia. ¿Podría ganar Marine Le Pen? Siempre nos queda la esperanza de que en Austria el voto masivo de las mujeres evitó que la ultra derecha ganará. El populismo avanza cuando aumenta el paro y se reduce la clase media. Ponderando los factores positivos, las acciones de las bolsas europeas tienen buenas perspectiva.
Wall Street La primera sorpresa puede surgir por la sobrevaloración de Wall Street, con un PER de 28,3; un 70% sobre la media a largo plazo