LUJO DIAMANTES AL ALZA
Un brillante con o sin montura. Pero preferiblemente sin, y a partir, al menos, de un quilate. Esa es la recomendación que los expertos en alta joyería hacen para quienes quieren invertir, de una forma diferente. “En piezas pequeñas cuyo valor por lo general siempre va al alza”, recuerdan Rafa y Carlos Grau, gerentes de Rosbel.
Pero hay que tener garantías y nociones para saber cuáles son las piedras que merece la pena tener en cuenta. No todos los diamantes son iguales ni por color ni por calidad. Además, “es deseable que no hayan sido previamente engarzados en montura alguna, pues aún tratándose de la materia natural más dura que existe, hay el riesgo, aunque mínimo, de ser lascados por un mal golpe ”, añade.
“Existe una tabla de color que va de la M/Na la D/E River, según si es de baja calidad o de un blanco excepcional, y también una escala de pureza que oscila entre la P (de picado), y la F (del inglés flawless, sin mácula)”, explica Rafa Grau. Teniendo en cuenta este primer esquema, la inversión suele ser óptima cuando se tiene en cuenta que un brillante river de blancura excepcional puede presentar inclusiones destacadas. Yun brillante que adolezca de un tono de color destacado puede carecer totalmente de inclusiones. Finalmente está el tema de las tallas. La más conocida es la brillante, o forma redonda, y la única que se aconseja para invertir.
Piezas así se pueden guardar por años con el convencimiento de que aumentan de valor con el tiempo. ¿Los precios? Pues depende de las calidades pero para que sea una inversión en el futuro hoy por hoy un quilate (a partir de 6,5 milímetros ) cuesta a partir de 7.200 euros. Certificado y sin montar. Yotro aspecto a tener en cuenta: la fortaleza del dólar con respecto al euro es lo que revalorizará la pieza.