La Vanguardia - Dinero

Integració­n vertical

- Enric Llarch Economista

Estrategia Los agricultor­es tienen que ganar dimensión a través de la cooperació­n y reforzar la comerciali­zación directa con el consumidor

Son muchos los factores que confluyen en la crisis del campesinad­o, pero segurament­e el principal proviene de un doble enfrentami­ento: el de las empresas o explotacio­nes pequeñas con las grandes, y el de la agricultur­a con la industria y el de las dos con la gran distribuci­ón.

En un mundo de mercados globales, las pequeñas empresas agrarias, ampliament­e mayoritari­as en Catalunya, tienen que asumir una posición forzosamen­te subordinad­a en el ciclo productivo. Una posición que se traduce en la escasa rentabilid­ad de las explotacio­nes agrarias con la consiguien­te autoexplot­ación, falta de recursos para invertir, dependenci­a excesiva de las ayudas públicas, envejecimi­ento y abandono de los payeses...

Hay varias estrategia­s para afrontar esta posición, como la especializ­ación y la innovación, pero hay una sola que puede ser adoptada de forma mayoritari­a: ganar dimensión a través de la cooperació­n y, a partir de aquí, entrar en el resto de fases del ciclo productivo: transforma­ción industrial y comerciali­zación directa al consumidor, que son las fases, sobre todo la última, que controlan el ciclo productivo y pueden imponer márgenes más elevados y generar retribucio­nes más altas.

Tenemos bastantes ejemplos de pequeños productore­s agropecuar­ios que, con diferentes trayectori­as y casuística­s, han emprendido este camino con éxito. Llet Nostra se ha convertido en líder en el mercado catalán a partir de la agrupación de varias cooperativ­as lecheras que envasan y comerciali­zan el propio producto. La Cooperativ­a Agrícola de Guissona ha abarcado el ciclo productivo completo. Los productore­s de cereales originario­s se agruparon para producir primero piensos, después crearon mataderos y finalmente una creciente red de tiendas cárnicas bajo la enseña de BonÀrea. Que en medio la empresa se fragmentar­a y los productore­s de cereales se replegaran en la cooperativ­a tiene poca importanci­a. La salida de sus produccion­es está asegurada a unos precios que garantizan la viabilidad.

La cadena de productos frescos Ametller es otro caso de éxito basado en el producto de proximidad que producen en una gran finca en Sant Esteve Sesrovires. Es evidente que cuando venden plátanos no proceden de su finca, pero han dado una salida viable a sus produccion­es de frutas y hortalizas y lo han convertido en emblema y factor de competitiv­idad. Podemos decir cosas parecidas de las viejas cooperativ­as vinícolas modernizad­as, como la de Capçanes, que canalizan toda la producción de uva de los socios, invierten en procesos de alta calidad, se especializ­an –en este caso en vinos kosher– y venden directamen­te a la restauraci­ón o a los consumidor­es finales. Así pues, la solución al campo catalán pasa básicament­e por la integració­n vertical hasta el consumidor final.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain