Soplan aires del norte para la eólica marina
El Reino Unido, Dinamarca y Alemania apuestan por la que se considera una de las renovables con más potencial
A pesar de contar con casi 8.000 kilómetros de costa, las aguas marinas españolas son demasiado profundas para que los proyectos de parques eólicos marinos sean competitivos, al menos de momento. No así en países del norte de Europa, especialmente en el Reino-Unido, Dinamarca y Alemania, que están realizado una fuerte apuesta por esta fuente energética renovable que el año pasado cosechó varios hitos históricos en inversión, producción y precios.
Las inversiones registradas en proyectos eólicos marinos europeos el año pasado fueron las más cuantiosas de toda la historia, 18.200 millones de euros (con un incremento del 40% respecto al 2015). Esta enorme cuantía se traducirá en 4.900 megavatios de nueva potencia en los próximos años, explica la patronal eólica europea, WindEurope. “La mitad de esos nuevos megavatios se instalarán en aguas británicas”, señala Oliver Joy, portavoz de WindEurope.
El 2016 fue también el año en que se dio luz verde a la mayor central eólica del mundo, el parque eólico marino de Hornsea, en la costa de Yorkshire (noreste de Inglaterra). Unavezfinalizado, en el año 2020, cubrirá el consumo eléctrico de más de un millón de hogares gracias a sus 1,2 gigavatios (el doble de la capacidad del parque London Array, considerado actualmente la instalación de energía eólica en el mar más grande del mundo).
El sector también está desarrollando aerogeneradores cada vez más grandes. El año pasado, la industria eólica marina europea enclavó en sus aguas su primer gigante de ocho megavatios de potencia (en el Reino Unido). “Los modelos más grandes suponen una mayor generación de energía y menores costes operativos, lo que contribuye a reducir el coste final de los proyectos”, afirma Oliver Joy.
Y, finalmente, en el 2016 también se fijó el precio más bajo por megavatio de electricidad producida con eólica marina, 49,9 euros el megavatio, “demostrando que puede competir con el carbón o el gas”, señala el portavoz de WindEurope. Este precio fue ofertado el pasado noviembre por la compañía eléctrica estatal sueca Va- ttenfall para instalar 600 megavatios de potencia en el parque Kriegers Flak de Dinamarca.
Todos estos hitos conseguidos en el 2016 son el colofón de un sector que a lo largo de los últimos cinco años ha experimentado unos ratios de crecimiento superiores a los de cualquier otra tecnología renovable. “Los costes se reducen muy deprisa y la eólica marina es considerada una de las tecnologías con más futuro”, opina Kilian Rosique, director técnico de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), quien añade que el potencial de esta renovable “es enorme ya que podría cubrir siete veces la demanda energética de Europa”.
EnEspaña“sólo hayparques eólicos marinos experimentales y de demostración”, explica Rosique, pero esto podría cambiar con la irrupción de las estructuras flotantes. “Cuando los aerogeneradores floten, los parques podrán instalarse mar adentro, donde el viento es más fuerte y constante, y donde los aerogeneradores no tendrían impacto visual”, sorteando así el handicap que supone la compleja orografía de la plataforma continental de las aguas españolas para la implantación de la eólica marina. No obstante, el director técnico de la AEE advierte también de la necesidad de que el sector cuente con apoyo gubernamental para poder probar estos nuevos sistemas a escala real.