81 vehículos de época salen hoy a las 10.30 h de la plaza de Sant Jaume
Esta mañana se celebra la 59.ª edición del rally Barcelona-Sitges, una prueba que fusiona el motor con la historia
Con cuatro años acompañaba a su padre con la carpeta que contenía el fallo de los jurados. Vive por sus orígenes familiares una de las pruebas más entrañables del mundo de la automoción. Ha visto de todo. Aguaceros, huelgas y accidentes. Ha sobrevivido a crisis y ha sabido rodearse de buenos gestores. Maria Marín (Sitges, 1979), preside desde hace tres años Foment de Sitges, la entidad centenaria que organiza el rally internacional de coches de época Barcelona-Sitges.
Historia y automoción se dan la mano y unen de nuevo hoy las dos ciudades mediterráneas en la 59.ª edición de una prueba que hace las delicias de los amantes y coleccionistas de coches antiguos de Europa. Una prueba que se celebra de forma ininterrumpida desde el 8 de febrero de 1959, cuando Juan Antonio Samaranch dio el pistoletazo de salida a la primera edición en la plaza de Sant Jaume. Un año glorioso en el que el Barcelona se proclamaba campeón de Liga con Helenio Herrera y el Real Madrid se alzaba con la cuarta Copa de Europa al vencer por 2-0 al Stade de Reims en Stuttgart. Barcelona, gobernada por José María de Porcioles, encaraba los prósperos años del desarrollismo. Y en Sitges la alcaldía esta- ba en manos de Rafael Burguera.
En el corazón de la antigua Barcino, entre el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento, 81 coches y motos construidos entre 1900 y 1928 seguirán hoy la tradición. “Es un orgullo. Además coincidiendo con el 25.º aniversario de los Juegos Olímpicos”, aclara Marín. Barcelona se convertirá así en el fiel reflejo del triunfo de los primeros años de la industria de la automoción cuando ir en coche era placer, entretenimiento y lujo. “He recorrido medio mundo para conseguir este Ford T de 1914. Es mi cuarto Ford”. Vicente Ramos (Castellón, 1955) consiguió su preciada joya en Inglaterra y con ella tomará parte por tercer año en el histórico rally catalán. “Experimento las máximas sensaciones. Pasear con ese coche es disfrutar de la vida”. Un vehículo de alta cilindrada y bajas revoluciones (3.000cc y 20CV y dos marchas), fabricado cuando Europa se desangraba en la Gran Guerra.
La plaza Sant Jaume huele este domingo a historia del motor. Imágenes, sonidos y olores de auténticos vehículos fabricados en el primer tercio del siglo XX. Todo un tesoro. Habrá decenas de conductores llegados de varios puntos de España y Europa inmersos en juegos y habilidades antes de iniciar el desfile por el centro de Barcelona en dirección al Port de Sitges-Aiguadolç.
La salida la dará a las 10.30 horas el joven alcalde de Sitges, Miquel Forns Fusté. Por delante, un recorrido de 40 kilómetros que llevará a la comitiva, engalanada con ropas de la época, a través de la Rambla, plaza Catalunya, ronda Sant Antoni, Sepúlveda, Paral·lel y plaza Espanya. Glamour y estilismo, en perfecta sintonía con el año de fabricación de los vehículos.
“Cada rally es una anécdota”, apunta Paco Minguell que, a sus 58 años, concurre a la prueba con un Hispano-Suiza fabricado en Barcelona en 1923. Un año convulso por el golpe de Estado del capitán general de Catalunya, Miguel Primo de Rivera. Y un telón
Miquel Forns Fusté, alcalde de Sitges, dará la salida esta mañana a la carrera en la plaza Sant Jaume “He recorrido medio mundo para conseguir el Ford T de 1914”, dice el castellonense Vicente Ramos
de fondo: el desastre de Annual y el auge de los nacionalismos. El coche fue adquirido por Fernando Álvarez Cascos, padrino del exministro del PP, por 22.500 pesetas. Minguell lo compró en el 2001. “Quería un coche antiguo, fabricado en Catalunya. Eran coches mecánicamente muy avanzados y fiables”, asegura este promotor inmobiliario de Lleida, propietario de una colección de 17 coches antiguos y clásicos, entre ellos un Packard descapotable de 1921, con el que ganó un primer premio en Sitges, y un Buick de 1929. Un espectáculo visual del mundo del motor que seguirá en dirección a l’Hospitalet y cruzará Cornellà, Sant Boi, Viladecans, Gavà y Castelldefels antes de adentrarse en las estribaciones de las Costas del Garraf, el tramo más aventurero de la prueba. La llegada está prevista sobre las 12 del mediodía en el Port de Sitges-Aiguadolç.
Guillem Planas (Santa Coloma de Gramenet, 1965) es un héroe. Participa en el rally desde 1985 y lo ha ganado cinco veces. Corre con un Darracq de 1900, el más antiguo del rally, que compró en Inglaterra en 1989. El descapotable, de 6CV y 600cc, llegó hecho un cadáver a España. Hoy, esta joya coetánea del modernismo catalán, construida por Alexander Darracq el mismo año que Pablo Picasso exponía en Els 4 Gats, enfilará de nuevo las Costas del Garraf. Yotra joya que saldrá de Sant Jaume, el Pierron Torpedo de 1912, año de la tragedia del Titanic, conducido por el francés Eric Mourgues. Y unos invitados de excepción: la familia Zapp. Hermán y Candelaria, un matrimonio argentino que iniciaron la vuelta al mundo en enero del 2000 con un Graham-Paige de 1928. Desde el inicio de la aventura han nacido sus cuatro hijos: Pampa, Tehue, Paloma y Wallaby. Un rally que seduce a las mujeres. Olga Torras (Barcelona, 1959), participa con un Rochet Schneider, de 1919, cuando Barcelona estaba paralizada por La Canadiense. Una filigrana de la familia Lloret-Guri, de Calella, que pasó a manos de su padre, Jordi Torras, en 1962. El primer Barcelona-Sitges de Olga fue en el año 1968.
Paco Minguell participa con un HispanoSuiza fabricado en Barcelona en 1923