Situación buena, pero frágil Las cosas van bien en economía y mal en política, como si ambas cosas pudieran ir desasociadas
La inercia de la recuperación permite seguir creciendo y crear empleo pese a los efectos del Brexit, el bloqueo legislativo y el conflicto catalán
¿Cómovanlascosas? Esla pregunta que con más frecuencia se escucha en las reuniones de banqueros y empresarios. Ylarespuesta invariable es: van bien en economía y mal en política, comosi ambas cosas pudieran ir desasociadas. Tal vez a corto omedioplazo esto seguirá así, por la inercia del crecimiento y porque la economía tiene sus propias reglas. Pero con el tiempo, la inoperancia o las malas decisiones se pagan y el precio es muy caro.
Por tanto, que tanto Catalunya como España tengan sus gobiernos bloqueados por distintas razones conlleva duras consecuencias que sufrirán las futuras generaciones. En estos momentos se debería analizar cómo nos va a afectar la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y qué estrategia seguir. Es mucho lo que está en juego. Ylo mismo sucede sobre el papel que debería ocupar España en una Europa a dos velocidades como la que se perfila.
Que el Govern esté “noqueado” desde hace años por el “procés” no parece razonable; como tampoco lo es que la celebración del referéndum para decidir la independencia de Catalunya se acabe enquistando. Y lo mismo sucede en el Gobierno de Madrid, con los casos de corrupción, el bloqueo del PSOE o las continuas peleas entre los partidos por absurdas nimiedades. En los próximosmesessepresentará unaventana de oportunidad para aclarar las cosas y tenemos que aprovecharla. No deberían olvidar que la política es economía en píldoras.
Es en este contexto donde el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha presentado los Presupues- tos Generales del Estado para este año. Todo hace pensar que serán aprobados gracias a los votos de Ciudadanos, del PNV y de los dos votos procedentes de Canarias. Supondría todo ello desbloquear la Legislatura y evitar unas nuevas elecciones generales. Siempre que Pedro Sánchez no salga elegido comosecretario general del PSOE.
Pero si nos atenemos exclusivamente a la foto que reflejan los PGE, tendremos que convenir que la situación económica es bastante mejor de la que vaticinan los organismos internacionales y los expertos nacionales. No parece voluntarista prever un crecimiento del PIB del 2,5% para seguir recuperando el terreno perdido en la crisis; muy al contrario, se podría sobrepasar el 3% viendo la fuerza de la demanda interna y la resistencia del sector exterior. La ventaja respecto a unos Presupuestos “normales” es que ya conocemos lo que ha sucedido en el primer trimestre, por lo que el margen de error es menor.
Con este crecimiento, vaticinar un aumento del empleo de medio millóndepuestosdetrabajotampocoparecearriesgado. Conocemosel comportamientoquehantenidolos afiliados a la Seguridad Social en términos desestacionalizados. También, las reservas de los tour operadores, que volverán a batirse todos los récords por visitantes e ingresos turísticos y que podremos seguir mejorando las cifras de paro, que ya se han reducido en 10 puntos desde el máximo de 2013.
Conestos mimbres, reducir el déficit al 3% de PIB no es una misión imposible. Al principio del ejercicio nadie pensaba que España cumpliría el objetivo determinar2016enel 4,6% fijado por Bruselas. Incluso se barajaba el 5%, por lo que hablábamos de un ajuste de 20.000 millones de euros. Pero hemos cerrado en el 4,3% del PIB y el ajuste se reduce a 13.000 millones. Ya es otra cosa. Además, la recaudación fiscal está creciendo al 7% de media. Esto se debe a tres factores: crecimiento del consumo, lucha contra el fraude fiscal y rebote de la inflación. Enfin, que no será necesario recurrir a nuevos recortes del gasto.
El precio del dinero sigue bajo, aunque la Reserva Federal da signos que no se mantendrá así y eso supone un riesgo para los 10.000 millones que nos veníamos ahorrandoenlostiposdeinterésyelbarril de petróleo parece moverse en el entorno de 50 dólares. En cuanto a la cotización del euro, todo parece indicar que caminamos a la paridad con el billete verde. La bolsa sigue subiendo, por lo que se podría cerrar el año con un Ibex 35 en máximos desde el 2010. Unas ganancias bursátiles que incrementan el efecto riqueza y dan impulso al crecimiento.
Dicho en roman paladino, la situación económica es buena pero frágil. Aún debemos más de un billón de euros y nuestra tasa de paro supera el 17%. En esta situación tirar la casa por la ventana sería una absoluta irresponsabilidad.