Las pymes apuestan por la autoproducción
Las pequeñas y medianas empresas ven en las renovables una oportunidad para reducir costes
La tarifa eléctrica española es una de las más caras de Europa, realidad que repercute en la competitividad de las empresas locales. La autoproducción de electricidad, una opción cada vez más rentable, se erige como solución a este agravio comparativo de las empresas españolas frente a sus homólogas europeas. Sin embargo, la actual normativa española y el conocido como impuesto al sol que recientemente el Partido Popular y Ciudadanos se negaron a eliminar dificultan y desincentivan la autoproducción energética, según denunciaron el pasado miércoles la patronal Pimec, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), EolicCat y la Unió Española Fotovoltaica (UNEF)
En opinión de Joan Vila, presidente de la Comisión de Energía de Pimec, la actual política española energética es un error: “La autoproducción no sólo supone un ahorro energético y un beneficio para las empresas sino para el conjunto de la economía”. Pimec, APPA, EolicCat y UNEF entienden que “grabar más la generación de renovables no es el camino, dado que el conjunto de aportaciones que hacen a las haciendas públicas y al territorio ya son muy impor- tantes”. Es más, aseguran que “una mayor implantación de las renovables multiplicaría la obtención de recursos en todas las administraciones”.
El consumo energético de la industria catalana representa el 27% del consumo total de energía y dentro del total de este consumo energético, la electricidad constituye el 20%. “Al autoproducir su propia energía las pequeñas y medianas empresas (pymes) consiguen grandes ahorros, ya que hoy en día la solar fotovoltaica tiene unos costes muy inferiores a la electricidad de la red”, explica Joan Vila. El representante de Pimec estima que “en una zona soleada el precio de generación de la fotovoltaica puede ser de 45 euros el megavatio mientras que el de la electricidad de la red ronda los 120 euros en baja tensión”. Con estos precios, “en unos nueve o diez años o incluso menos se ha recuperado la inversión inicial”, asegura el experto.
Otra fuente importante de ahorro es la eficiencia energética. Sólo con tecnología y hábitos de consumo más eficientes se pueden conseguir ahorros del 25%. “En LC Paper –empresa de la que Joan Vila es director ejecutivo– hemos conseguido reducir el consumo energético en un 60% gracias, en parte, a la implantación de medidas de eficiencia energética. Además de ahorrarnos costes, nuestros productos han ganado valor añadido, lo que nos ha abierto las puertas a nuevos mercados sensibles a estos valores”. Vila añade que en cuestión de eficiencia energética es más importante la actitud que la inversión.