La ciudad de las motos
La segunda edición del salón de la Moto de Barcelona es una síntesis de arte, tecnología, innovación e historia
Lamotoeshistoria en estado puro. Es cultura. Lo recuerdan los trípticos de la Fundación Privada Museu de la Moto que dirige Cristina Soler en el Barrio Gótico. Y Barcelona, por su clima, por sus características de urbe mediterránea y por su tradición industrial en el arte del motor de las dos ruedas, es la capital europea de las motos. Más de 265.000 circulan a diario por la ciudad. Es la ratio más elevada por número de habitantes de Europa.
Barcelona tiene una necesidad vital de la moto. “Si no fuera por la moto la ciudad estaría colapsada”. Pep Itchart (Malgrat de Mar, 1960), sabe lo que dice. Este diseñador gráfico, con estudio en Poblenou, participó ayer en el VI Rally Motoclásica de Barcelona con su flamante Impala Texas. Unas 150 motos tomaron la salida desde el recinto ferial de Montjuïc, en el marco de la segunda edición del recuperadosalóndelamotodenominado Motoh!
En puertas de las bodas de plata de Barcelona’92, la Fira clausura hoyunsalóncuyarecuperaciónen 2016, tras ocho años de ausencia, se ha revelado un éxito. Y es que Barcelona tiene necesidad de este certamen.
En este escaparate de 30.000 metros cuadrados del palacio 8 de la Fira, las cifras hablan por si solas. Losvisitantes puedencontemplar 350 marcas del sector repartidas entre 110 expositores con 60 novedades. Un espacio expositor que se amplía hasta la Avenida Reina María Cristina y que ha supuesto un crecimiento del 40%. La Fira espera cerrar hoy con 30.000 visitantes, 4.000 más que el año anterior.
Entre las marcas que presentan novedades destacan Aprilia, Ducati, BMW, las americanas Indian y Harley Davidson o las japonesas Kawasaki y Honda. Entre las españolas, sobresalen Torrot y Rieju. Un sector en alza que ha visto comosusventascrecíanmásdeun22 por ciento en 2016. “Se vendieron 171.304 motos, uno de los mejores años en ventas”, asegura César Rojo, presidente de la Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas (Anesdor).
Arte, tecnología e innovación se dan cita en Motoh! Y en medio de las novedades, el recuerdo de la edaddeorodelosfabricantescatalanes de motos en los años sesenta y setenta del siglo pasado. Una reivindicación que se encarga de poner al día el Museu de la Moto con dos actividades en el salón: el Rally Motoclásica y la exposición de motos históricas con piezas diseñadas en Catalunya desde los años veinte.
En la memoria de todos fluyen los nombres Montesa, Bultaco, Ossa, Sanglas, Mymsa o Derby, las marcas míticas que hicieron de Catalunya una potencia mundial en el sector de las dos ruedas. “Corría el año 1966 cuando descubrieron el mercado americano”, recuerda Pep Itchart desde su privilegiada posición de miembro del Club Impala (500 socios).
1966, un año en que España crecía a un ritmo del 7% anual, mientras el gobierno ultimaba la ley orgánica del Estado. El joven ingeniero José María LópezdeLetona, hombreclave para entender lo que es hoyla industria del motorenEspaña, se incorporaba ala comisaría del Plan de Desarrollo, al lado de Laureano López Rodó, Fabián Estapé, Luis Ángel Rojo y Fuentes Quintana. En la crisis de Gobierno deoctubre de1969, LópezdeLetona es nombrado ministro de Industria e imprime velocidad de crucero a los planes de liberalización del sector del motor en España, que culminarán con la entrada
Montesa y Bultaco encarnan la edad de oro de la industria de la moto en Catalunya El rally Motoclásica reivindica la necesidad vital de la moto en una ciudad como Barcelona
de Ford en nuestro país. Una política industrial que todavía sigue dando frutos.
Enestecontexto, MontesayBultaco desembarcan en el mercado americano. La primera abre delegaciones en Los Ángeles, Filadelfia y Atlanta; la segunda, en Nueva York y San Francisco. Leopoldo Milà, el diseñador barcelonés de la Impala, tuvo que adaptarse a los gustos americanos. Lo recuerda Itchart: “La nueva Impala se inspiró en las carreras del desierto de Baja California: color amarillo, como los autobuses escolares norteamericanos, manillar elevado, neumáticos todo terreno y escape elevado”.
El mercado americano exigió más cilindrada: 250cc. Y junto a la Impala Texas, comercializaron la Impala King y la Scorpion. Unos modelos que hicieron las delicias de Hollywood. Así lo rememora el ingeniero Xavier Jordi (Barcelona, 1946), delegado de Montesa en EE.UU. entre 1970 y 1976. “Viva Montesa nació en Los Ángeles en 1973 y contamos con artistas como John Wayne, James Caan (Sonny Corleone en El padrino), Allan Arkin ( Una extraña pareja de polis) y William Shatner (Capitán Kirk en
Star trek)”. El ingeniero barcelonés, a la sazón 24 años, recuerda que Montesa organizó la primera competición de trial de EE.UU: “Fue en 1971 en Saddleback Park, sur de Los Angeles. Pete Nelson, jefe de policía de Los Angeles, y un grupo de agentes angelinos actuaron de jueces”.
Oriol Puig Bultó (Barcelona 1935), cofundador de la Compañía Española de Motores S.A. (Bultaco) en el año 1958 junto a su tío Paco Bultó, recuerda que en 1973 y 1974 el 60% de la producción de la factoría de Sant Adrià se exportaba a los EE.UU. “Nosotros en motos todoterreno éramos los primeros del mundo. Nuestra filial en Nueva York se llamaba C. Moto East y la de San Francisco, Bultaco American”.
Puig Bultó tiene una explicación para la debacle del aindustri acatalana dela moto de los setenta .“No supimos evaluar con rapidez la entrada de los japoneses en el mercado de motos todo terreno. Los japoneses se hicieron conla tecnología de dos tiempos e inundaron el mercado- americano con motos tan buenas como las españolas y a precios inferiores”. Y el responsable, según el cofundador de Bultaco, fue el famoso piloto Ernst Degner, que se fugó de Alemania del Este y pasó la tecnología de dos tiempos de la marca MZ(orgullo del comunismo y del ingeniero Walter Kaaden) a la compañía Suzuki.
Xavier Jordi, añade un tercer factor clave: la crisis del petróleo. Yamboscoinciden en que nohubo ayudas oficiales españolas al sector, como hoy.
Montesa y Bultaco brillaron ayer en el rally Motoclásica, un recorrido de 50 km. por escenarios tan barceloneses como Montjuïc, Vallvidrera o La Rabassada. Allí estaban las Triumph, las Norton, las Honda, las Vespa, entre muchas otras. Un festival de belleza, diseño y tacto.
Jesús Moreno (Logroño, 1952) es el restaurador de confianza de Museu de la Moto. Participó con su Norton PR de 1971 (4 velocidades y 750cc) “Es muy fina, elegante, con llantas de aluminio, con un ruido precioso”. Moreno tiene 4 Norton. “Sondelicadas. Sonmotos para saber de mecánica”. Tampoco faltó Carlos Reboll (Barcelona, 1955), con una estilizada Triumph de 500cc de 1948. “Es una clásica con la que puedo ir donde quiera”.
A Albert Vivet (Terrassa, 1971) su Vespa con sidecar de 1963, la primera fabricada enEspañacon4 marchas y 150cc, lo lleva de vacaciones con su mujer a Menorca y Formentera. “A veces se pone un coche al lado, hacen la foto y se van”. Un rally que es, ante todo, un encuentro de apasionados del arte del motor de las dos ruedas en el contexto de un salón que rinde homenaje a la tradición industrial del sector en Catalunya.