España corre el riesgo de perder el tren de las energías renovables
Las energías renovables son un factor de progreso, de lucha contra el cambio climático y de apuesta por un nuevo modelo energético más sostenible
España, que en su momento fue líder mundial en la promoción de las energías renovables, corre el riesgo de perder el tren en la transformación energética que se está produciendo a escala global, según coinciden todos los participantes en los Encuentros en La Vanguardia sobre “La transición energética hacia las renovables”.
En los Encuentros en La Vanguardia participaron Jordi Andreu Batallé, profesor del Departament de Física Aplicada de la Universitat de Barcelona; Victor Cusí, presidente de EolicCat; Assumpta Farran, directora del Institut Català d’Energia de la Generalitat de Catalunya; Joan Herrera, patrono de la Fundación Renovables; Paz Nachón, senior manager responsable del área desostenibilidad deAccenture Strategy y Salvador Samitier, jefe de la Oficina Catalana de Canvi Climàtic de la Generalitat de Catalunya, junto con José López-Tafall, director de Regulación de Acciona y Alberto Gimeno, adjunto a la Dirección General Comercial del Grupo Godó, que ejercieron de anfitriones.
Todos los participantes en el debate coinciden en la necesidad de impulsar nuevamente las energías renovables en España como factor de innovación tecnológica, de lucha contra el cambio climático, de mejora de la competitividad y de apuesta por un nuevo modelo energético con importantes oportunidades de negocio y de creación de empleo de calidad. Pero, asimismo, coinciden enqueelmarcoregulatorio actual impide su desarrollo y juega a favor de las energías derivadas de los combustibles fósiles, que son las que mayores emisiones de gases invernadero provocan.
José López-Tafall afirma que España debe presentar este año a la Unión Europea su plan de energía y clima para el periodo 2020-2030 y debe, asimismo, elaborar su ley de transición energética, algo que ya han hecho Alemania, Francia y GranBretaña. Señala quesetrata de la ley más importante del país para los próximos años y lamenta que apenas haya debate público ni político al respecto. “Esta ausencia de debate llevará a mantener el status quo, permitirá –entre otras cosas– prolongar la vida del parque de generación fósil actual e impedirá la necesaria apuesta por el desarrollo de las energías renovables que necesita el país”.
Salvador Samitier añade que un nuevo modelo energético es el gran reto de la modernidad y de la evolución tecnológica de las próximas décadas en todo el mundo.
“Lo importante para el desarrollo de las energías renovables –dice
Clave para el futuro El plan de energía y clima para el período 2020-2030 y la ley de transición energética que debe elaborar España tienen una
importancia estratégica
Jordi Andreu– es que haya una regulación energética eficaz, pero en España es nefasta. Actualmente en el país hayunauténticocaos regulatorio que genera mucha incertidumbre y, en este marco, es imposible el desarrollo de las energías renovables. Eso supone un despilfarro enorme porque el país tiene las condiciones ideales para un mayor desarrollo de la energía solar y de la eólica”.
“España –señala Joan Herrera– es rica en sol y viento pero pobre en voluntad política para aprovechar esta riqueza”. Denuncia que el problema en este país es que el regulador está captado por el regulado. “La política energética –dice– debe hacerse en función del interés común y no del interés de los grandes productores, como sucede en la actualidad. Esto se traduce en el hecho de que en España el coste del megavatio sea el más caro de la Unión Europea, lo que afecta muy negativamente a la competitividad de las empresas”. Destaca Joan Herrera en este sentido que el sistema de fijación de precios eléctricos que se aplica enEspañaesincoherentey provoca unos sobre costes extraordinarios de 5.000 millones de euros anuales por mala regulación
“El mundo –añade Joan Herrera– evoluciona hacia un cambio radical del mix energético, como demuestra el hecho de que la Agencia Internacional de la Energía detecte ya una mayor inversión en energías renovables que en las tradicionales. Por tanto –afirma– hay que hacer una nueva planificación energética en España en la que tengan mayor cabida las energías renovables”.
José López-Tafall afirma que las energías renovables en el mundo han pasado de ser tecnologías marginales a convertirse, hoy en día, en la principal fuente de generación global. “Baste decir –añade– que el 70% de la inversión en generación eléctrica del mundo en el 2015 se concentró en ellas. Las energías renovables configuran una nueva revolución energética que se perfila como uno de los vectores de crecimiento de la economía mundial, de la creación de empleo, de la innovacióntecnológicaydeluchacontrael cambio climático”.
“Lasenergíasrenovables, comola solar y la eólica, están destinadas a jugar un papel fundamental en el escenario energético mundial”, coincide en señalar Jordi Andreu.
Salvador Samitier indica que cerca del 70% de las emisiones de gases invernadero están relacionadas con la energía y afirma que hay que atacar de raíz este problema porque la lucha contra el cambio climático apremia. “Lo que se haga en la próxima década será determinante y ello depende de las decisiones que se adopten ahora”, dice.
Señala Salvador Samitier que el grave problema al quese enfrenta el mundo es cómo satisfacer las crecientes necesidades energéticas sin incrementar las emisiones de gases invernadero. Eso pasa por el incremento de las energías renovables y de la eficiencia energética. Advierte queenunescenariomundialdemayor consumo energético, una reducción en el porcentaje de la utilización de los combustibles fósiles es compatible con un mayor consumo de los mismos en valor absoluto y por tanto de mayores emisiones. “En el caso de España y Catalunya –afirma– resulta clave incrementar la presencia de las energía renovables para reducir la elevada dependencia energética que existe”.
Assumpta Farran cree que, pese a la resistencia de los sectores tradicionales, el cambio de modelo es imparable como consecuencia de la creciente presión social. Joan Herrera, al respecto, apunta que hay que avanzar hacia la democratización de la energía, tanto en la producción como en el acceso, a través de abrir la puerta al autoconsumo”.
“En muchos países –explica Assumpta Farran– los ciudadanos se han puesto al frente de la revolución energética”. Pone como ejemplo el caso de Australia, en donde el autoconsumofotovoltaico se haimplantado en el 11% del parque de edificios. Oel de Alemania., en dónde se está generalizando el uso de baterías domésticas. O en Noruega, en donde uno de cada dos coches nuevos es eléctrico. También explica que están surgiendo nuevos modelos denegocio enEE.UU. comoel servicio solar, el servicio de movilidad eléctrica, el servicio de almacenaje así comonuevos modelos de financiación colectiva. “El cambio –concluye– será radical y obligará a una nueva regulación que no sólo afectará al sector eléctrico sino que exigirá cambios en las normativas de edificación, de propiedad horizontal y urbanísticas”.
Considera Assumpta Farran que los avances que aporta la digitalización de las redes de distribución y el almacenaje eléctrico distribuido permitirá gestionar las energías renovables con mecanismos de flexibilidad y de gestión de la demanda. “Esto –dice– supondrá un salto diferencial. Estamos abriendo la puerta al internet de la energía; del suministro al abonado al servicio para el smartconsumer. Hasta ahora las energías renovables se han gestionado, a falta de viento y sol, con el respaldo de centrales de carbón y ciclos combinados de gas natural, que apenas operan al 15% de sucapacidad. Esunmodelomuyca- ro y fósil pero el único posible hasta hoy. Las nuevas tecnologías, sin embargo, permitirán afrontar el 100% renovable para el año 2050”.
Paz Nachón coincide con todo lo dicho y señala que poco a poco la gente empezará a gestionar su consumo eléctrico, porque tendrá la opcióndeescoger. Paraelnecesario impulso de las energías renovables, sin embargo, a su juicio, hay que diseñar nuevas medidas de impulso de las mismas junto a una mayor transparencia de cara a la opinión pública y los consumidores.
Reafirma Paz Nachón que es raro el país que no haya puesto en marcha –o no esté estudiando hacerlo– un marco específico para desarrollar las energías renovables. “Incluso países como Arabia Saudí –dice– tienen en marcha un gran plan de energías renovables. España no puede quedarse atrás. El modelo energético tradicional está agotado y hay que reaccionar para ponerse al día. La transición energética supone, además, una gran oportunidad de nuevos negocios, con innovación tecnológica y empleos de calidad, que puede llegar a representar un punto porcentual adicional del producto interior bruto de la Unión Europea”.
Victor Cusí también está convencido quelapresiónsocial propiciará un mayor desarrollo de las energía renovables, junto con el cambio generacional y la irrupción de las nuevas tecnologías. “Pero –añade– la transformación energética debe acelerarse y los gobiernos son los responsables de impulsar ya cambios urgentes. Si Españanoreacciona a tiempo para volver a liderar el desarrollo de las energías renovables luego lo tendrá que hacer por obligación, aremolquedelosdemás países, y entonces será mucho más difícil y costoso. Para ello es necesaria una planificación a largo plazo, que ofrezca seguridad jurídica, y que comporte una reforma del actual sistema de retribución a las renovables, garantizando una estabilidad de precios y eliminando la situación de mercadoactual que hace que la eólica perciba una retribución media menor a la de las otras fuentes de generación contaminantes”.
Señala Víctor Cusí que actualmente las energías renovables han demostrado que son competitivas y que no necesitan grandes estímulos. “Bastaría sólo con un marco regulatorio equilibrado y no discriminatorio, la simplificación delos procesos de tramitación, una planificación territorial que permita la instalación de las plantas donde realmente hay recurso disponible y una adecuada planificación de las redes”.
El 70% de la inversión en generación eléctrica del mundo en el 2015 fue en el sector de renovables España tiene condiciones ideales para un mayor desarrollo de la energía solar y de la eólica La seguridad jurídica y la planificación a largo plazo son claves para el futuro del sector