La guerra de la corriente Para desacreditar la corriente alterna se achicharraba animales en actos públicos
Moore novela la batalla entre Edison y Westinghouse, con Tesla en medio, por el monopolio de la luz
Una Nueva York nocturna sombría, con farolas de gas, en la que la única parte resplandeciente es Wall Street, con su brillante luz eléctrica, es el inicio, ambientado en el año 1888, de La luz de la noche, la nueva novela de Graham Moore, el guionista de la película Descifrando enigma. Dehecho, Laluz de la noche se va a convertir también en un filme con Eddie Redmayne dando vida a... Thomas Alva Edison. Porque la novela habla la batalla real deEdison con George Westinghouse por la patente de la bombilla eléctrica y por el modelo de corriente eléctrica que debía alimentar la nueva sociedad que iba a nacer en el siglo XX. Había que optar entre la corriente continua de Edison o la alterna ideada por el genial Nikola Tesla y que comercializaba Westinghouse, y que es la que al final se impuso.
Pero en el camino, la batalla legal, comercial, financiera y de imagen fue tremenda. A un lado del ring, Thomas Alva Edison, el gran mago de la Edison General Electric Company –abuela del actual gigante General Electric–, el epítome del pionero estadounidense que registró su primera patente a los 21 años y ganó su primer millón a los 30. Ycuyas declaraciones aparecían en el New York Times como si fueran el oráculo de Delfos. Al otro lado del cuadrilátero, George Westinghouse, un empresario e ingeniero que había inventado el freno neumático y también fue pionero en la naciente industria eléctrica. Un Westinghouse que, efectivamente, contrata a un joven abogado de 26 años, Paul Cravath, para su guerra legal con un Edison que tiene la patente de la bombilla eléctrica, aunque Westinghouse opina que de una bombilla de mucho peor calidad que las suyas, como todo lo que hace Edison. Pero además estallará entre ellos la guerra de las corrientes, la pugna por producir un sistema eléctrico que ilumine toda la nación. Con la corriente continua hay graves problemas porque tiene que haber generadores cerca de donde se use, con la alterna que propone el serbio Tesla –quien sólo puede ingerir comida cuyo volumen cúbico sea divisible por tres– ese problema desaparece. Pero la guerra hará que Edison promueva demostraciones de la supuesta peligrosidad de la corriente alterna achicharrando públicamente animales por todo el país o promoviendo el uso de la silla eléctrica para las ejecuciones... con corriente alterna.
La novela se basa en hechos reales aunque los altera para crear intriga y tensión y re trata una sociedad de empresario se inventores casi prom et ei calle na de luces y sombras. Unos hechos con los que Moore propone interesantes reflexiones sobre las patentes y la innovación, sobre el negocio y el progreso. Después de todo, recuerda, la idea de la bombilla llevaba un siglo en el aire, había habido otras patentes y Edison no era un lobo solitario en un laboratorio, tenía a muchos ingenieros en él y mil laboratorios más investigaban lo mismo. Eso sí, Edison era el primero queconstruía una fábrica donde se incubaba la inteligencia. Al final, la guerra entre la invención y el dinero, que es continua en la obra, acaba teniendo un ganador: el banquero J. P. Morgan.