Transparencia (1)
La transparencia del mercado del arte internacional es un tema candente. Desde muchos ámbitos se reclama una cierta regulación en aras de una mayor protección del comprador y para generar confianza en el buen funcionamiento de un sistema que se tilda de opaco. Este fue uno de los grandes temas del simposio Arte Business Conference que tuvo lugar en Nueva York hace unas semanas.
Sin embargo, ¿cuáles serían estas regulaciones? No se está pensando en intervenir en los precios, sino en pequeños ajustes como obligar al vendedor a identificar las procedencias de las obras. Si bien aquí se choca con el necesario respeto a la confidencialidad de quien hay detrás de las transacciones, atribuir procedencias a “propiedad de una familia” o “de una importante colección euro- pea” como se hace a menudo en las subastas, no ayudan a poder seguir el rastro de las obras.
Eso dificultaría claramente la venta de obras falsas. Un tema que afecta una parte ínfima del global de las transacciones y prácticamente nunca se da en las galerías que trabajan en el mercado primario (directamente con el artista), pero sí que crea mucha inquietud en los compradores y es noticia cuando se trata de obras maestras. Aparte de trabajar con agentes de confianza, asociados a los gremios profesionales, otras prácticas para hacer un mercado más seguro podrían ser obligar a que las transacciones vengan acompañadas de la factura y certificado de autenticidad; unificar los estándares de los condition reports (los informes que certifican el estado de la obra por parte de los vendedores y evitan que aparezcan daños ocultos posteriores a la venta); o crear un registro de transacciones que controlen las autoridades, como pasa en otros sectores que venden bienes usados. Lo analizaremos en próximos artículos, pero está en la línea de establecer códigos de buenas prácticas que generen más confianza en el mercado, lo que ayudaría a atraer más compradores.