La Vanguardia - Dinero

Ser líder y joven: cómo vencer las insegurida­des

-

Llegar a posiciones de responsabi­lidad muyjoven aumenta el riesgo de sufrir el 'síndrome del impostor'

Judit Bara Un estudio del Instituto Europeo de Liderazgo y Gestión revela que el 50% de las mujeres en cargos de dirección y el 31% de los hombres en esas mismas posiciones duda acerca de sus habilidade­s de forma regular.

A pesar del o que pueda parecer, la mayoría de los que alcanzan el éxito profesiona­l experiment­an lo que ha dado en llamarse el Síndrome del impostor. Gran parte de esos individuos creen que no son lo suficiente­mente buenos, ni inteligent­es, como para merecer se los logros que han obtenido,

y atribuyen su éxito a la suerte. Con cierta frecuencia, se ven a sí mismos comounfrau­de y piensan que van a ser desenmasca­rados en cualquier momento. Si, además, se llega a esas posiciones de responsabi­lidad a una edad temprana, el sentimient­o de insegurida­d se incrementa y surgen las dudas: ¿Tengo derecho a opinar sobre este tema? ¿Se me va a tomar en serio? Pero lo cierto es que, si se afrontan esos recelos con una actitud orientada a la resolución de problemas y se es capaz de reconocer las propias carencias y remediarla­s, la capacidad de liderazgo no solo se afianzará, sino que irá en aumento.

Ser consciente de las aptitudes

Hay que creerse que uno tiene una contribuci­ón valiosa para realizar. Nadie llega a una posición de liderazgo si no posee ciertas habilidade­s, y eso es aún más cierto a edades tempranas. El líder joven debe identifica­r cuáles son las capacidade­s que le han llevado donde está y encontrar la manera de aplicarlas en el nuevo cargo.

Además, es convenient­e recordar que la juventud aporta ciertas ventajas al liderazgo, como son mayor apertura de miras y una visión de las cosas menos cínica que la de los colegas experiment­ados. Los líderes jóvenes son también más proclives a mantener una perspectiv­a optimista y abrazan el cambio y la innovación. Aportan frescura y flexibilid­ad a la gestión, y su juventud les hace menos esclavos de las prácticas heredadas a lo largo de los años.

Sir Richard Bransonaco­nseja que "si alguien te brinda una oportunida­d increíble pero no estás seguro de poder llevarla a cabo, di que sí igualmente y luego aprende cómo se hace ”. Todos tenemos carencias. Hay que ser consciente de cuáles son los vacíos deconocimi­ento que pueden dificultar la tarea de liderazgo.

Se debe ser honesto con uno mismo y diseñar un plan que ayude a solventar esas lagunas. Lo primordial es centrarse en lo que se pretende conseguir y en cómo lograrlo. No

hay que tener miedo a pedir ayuda o a participar en cursillos complement­arios; cuando uno ocupa una posición de liderazgo a una edad temprana, debe recordar que está allí no solo por sus capacidade­s actuales, sino también por su potencial. “Desde el inicio de mi carrera profesiona­l, he aprendido mucho de mis errores y creo firmemente en que debemos lanzarnos y no tener miedo a equivocarn­os”, explica Ariadna Masó, directora asociada de Barings yuna de las jóvenes más influyente­s en el campo de las finanzas ,según la revista Forbes. Nadie espera que un líder joven lo sepa todo desde el primer momento, pero sí se espera que esté en un proceso de mejora constante; la única manera de conseguirl­o es siendo paciente con uno mismo y buscando cómosalvar las carencias iniciales. No es necesario fingir tener las respuestas a problemas que no se han experiment­ado antes, pero cuanto más se sepa sobre lo que se está haciendo, mayores la auto confianza en la toma de decisiones.

Confiar en uno mismo

Tener momentos de vacilación no significa que se deba liderar de forma insegura. Sí, se puede ser joven, pero esto no conlleva que las decisiones que se tomen sean erróneas. Si no se poseen habilidade­s de liderazgo, raramente se va a ocupar un puesto que las necesite. Así pues, hay que mostrar seguridad en uno mismo y en las propias resolucion­es. Quizá se es el más joven de la reunión, pero hay que creerse que si se está allí es porque se puede contribuir a la organizaci­ón y porque otros más experiment­ados ya han decidido confiar en ti. La ciencia ratifica que, en la mayoría de ocasiones, es la autoconfia­nza, ynoeltalen­to, lo que realmente convierte a alguien enun individuo deéxito. Si se duda de uno mismo, también lo harán los demás. Hay que fiarse del instinto y creer en lo que se dice cuando se lidera a otros. Arantxa Unda, la joven de 29 años que encabeza la lista Forbes 30Under30 de este año y dirige SI G ESA, confiesa que“no hay que dejarse llevar ni por lo que digan los demás ni por loquea priori tiene más proyección, sino por lo que tú crees que puede funcionar, y llevarlo a cabo”.

Abrazar el pánico

Habrá momentos en los que se tomará la decisión equivocada y en los que algunos miembros del equipo discrepará­n del curso de acción elegido; no obstante, aprender de estas experienci­as es lo que consolida el liderazgo. Todo el mundo falla alguna vez y, para poder mejorar, es necesario familiariz­arse con los contratiem­pos. El fracaso es parte de este aprendizaj­e y cómo sereaccion­a ante el mismo es lo que va amar carla diferencia. Por muy bien preparado que se esté, siempre se presentan ocasiones en las que no se sabe qué camino escoger. Invariable­mente, existirán momentos de incertidum­bre, de cuya correcta resolución depende el futuro de muchas personas. Lo importante en esas situacione­s es reconocer que realmente se trata de una decisión relevante, abrazar durante unos instantes esa sensación de pánico que la presión conlleva y, acto seguido, dejar de sentirse agobiado oculpable y empezar a buscar maneras de solucionar el problema.

Encontrar un mentor

Otra arma más, a la hora de enfrentars­e a las insegurida­des generadas por la falta de experienci­a, consiste en encontrar a una figura autorizada, dentro o fuera de la propia organizaci­ón, que actúe de guía y proporcion­e consejo cuando se empieza a dudar de uno mismo. Un mentor contribuye a identifica­r aquellos pensamient­os y patrones de comportami­ento que minan la autoconfia­nza, y también aquellas expectativ­as poco realistas que debilitan la actuación del que debe liderar. “Los mentores han sido muy importante­s en mi carrera; me han apoyado en decisiones

clave y me han enseñado a pensar de forma diferente”, nos cuenta Ariadna, que con 28 años también es la cofundador­ade la comunidad de emprendedo­res internacio­nales CEMS; “recomiendo a los jóvenes a que busquen mentores, a emprender, a equivocars­e, a pivotar, y a ir paso a paso pero sin perder la ambición”.

Es recomendab­le, también, rodearse de un conjunto de consultore­s a los que recurrir en ocasiones puntuales. Mientras que la relación con el mentor se sostiene a lo largo del tiempo, esos asesores son personas expertas a las que recurrir en situacione­s concretas para que orienten el curso de acción cuando esté relacionad­o con su área de maestría.

Pero, sobretodo, cuando de vencer insegurida­des se trata, hay tener presente lo siguiente: a menudo, lo que impide avanzar no es lo que uno es, sino lo que uno cree que no es, por eso hay que ser paciente con uno mismo, estar comprometi­do con la mejora continua, demostrar autoconfia­nza a la hora de liderar y asumir que las discrepanc­ias ylos errores sonloque convierten aalguien enunlíder más seguro y eficaz.

 ?? THINKSTOCK ?? La fórmula de Richard Branson: "Si te brindan una oportunida­d que no sabes si podrás llevar a cabo, di que sí igualmente y luego aprende cómo se hace".
THINKSTOCK La fórmula de Richard Branson: "Si te brindan una oportunida­d que no sabes si podrás llevar a cabo, di que sí igualmente y luego aprende cómo se hace".

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain