Suntuosidad palaciega
La herencia y el patrimonio centenario de Bentley afloran en el lujoso y deportivo Flying Spur V8 S
La respuesta a la pregunta que probablemente se esté formulandoahora mismoessí. Sí, en España hay gente que se compra coches como el Bentley Flying Spur de esta prueba. Sus clientes no sólo viven en calurosos desiertos de Oriente Medio a tenor de lo que explican en Cars Gallery, concesionario oficial Bentley en Barcelona. El exclusivo universo del especialista británico en deportivos de lujo también tiene sus adeptos en la Ciudad Condal. Las ventas de la marca de la B alada en la capital catalana no distan de las que se registran en Madrid o Marbella, los otros puntos de actividad de Bentley ennuestropaís. Quizás porvolumen las matriculaciones no parezcan gran cosa pero considerando que el precio total con impuestos del vehículo ensayado rozaba los 275.000 euros (tarifa base de 155.000 más otros 50.000 adicionales enequipamiento extra además de las correspondientes tasas), unas pocas ya son muchas…
Para situarnos, se trataba de una preciosa unidad MY17 de la versión más dinámica y prestacional (S) con motor V8 de la berlina de Crewe, el Flying Spur. Pero, pese a lo que pueda parecer por sus imponentes dimensiones y su estratosférico precio, este elegante y espacioso sedán de cuatro puertas es una de las alternativas más tas de la firma británica. En un escalón superior encontramos el Mulsanne, un auténtico trasatlántico de lujo, y el descomunal SUV Bentayga, ambos notablemente más caros.
Bajo su interminable capó alberga un motor 4.0 V 8 con doble sobre alimentación, asociado aun cambio automático de 8 velocidades, que rinde 528 CV de potencia y desarrolla 680 Nm de par. Este portentoso bloque le permite franquear sobradamente la barrera de los 300 km/h y completar el 0- 100 en menos de 5 segundos.
Rebosante de estilo, clase y sofisticación, este acorazado del asfalto diseñado para proporcionar las mayor escotas imaginables de confort y bienestar abordo a sus cuatro ocupantes, posee sin embargo un aire muy deportivo. De aspecto robusto, hercúleo, fornido y granítico, el Flying Spur demostró una inusitada ligereza de movimientos y una sorprendente agilidad en su conducción. Desconcierta y parece mentira que semejante mastodonte –5,3 m de longitud y 2,5 toneladas de peso– pueda responder con tal rapidez a las órdenes del conductor, tanto para ganar velocidad (su aceleración es demoledora) comoparaperderla: la frenada resulta altamente eficaz gracias a un conjunto de frenos carbono cerámicos opcionales (12.590 €).