Récord de turistas difícil de digerir
Un nuevo récord de 84 millones de extranjeros desborda al sector y genera fricciones en los destinos más masificados
La potente industria turística española, con Catalunya a la cabeza, se dispone a abordar la temporada alta de todos los récords. Un nuevo aluvión de turistas extranjeros, con un ritmo de crecimiento superior al 11% en los primeros meses del año, pone el cartel de lleno en los principales destinos turísticos, que empiezan a dar muestras de agotamiento. A este fenómeno se suma la recuperación del turismo interior, que favorece la llegada de visitantes a zonas olvidadas por los turistas extranjeros.
Según la proyección que hace CaixaBank Research, este 2017 llegarán a España más de 84 millones de turistas extranjeros, que supone un incremento cercano a los 20 millones de visitantes en los tres últimos años. Un nuevo Dorado para la economía española, según algunos economistas. “Una auténtica barbaridad”, para algunas voces de la propia industria críticas con el fenómeno.
“Este año ha sido extraordinario para Canarias y muy bueno para ciudades como Barcelona, Madrid o San Sebastián, pero lo que nos ha sorprendido son los incrementos en temporada baja de destinos como Benidorm, Baleares o la Costa del Sol”, explica Juan Molas, presidente de la patronal hotelera Cehat. Y las previsiones apuntan que, a una temporada alta con el cartel de lleno en muchos destinos –similar a la del año pasado– “se sumarán aumentos importantes desde septiembre hasta noviembre”.
“El sector turístico (directo e indirecto), tanto extranjero como doméstico, tiene una creciente aportación al PIB, que pasó del 5,9% en 2010 al 6,4% en 2015”, desgrana el informe El turismo, el nuevo Dorado de la economía es
pañola de Caixabank Research. Además, explica Josep Mestres, “el efecto indirecto o de arrastre hacia otros sectores de la economía ha ido en aumento en los
últimos cinco años”. Sumando la aportación directa o indirecta al PIB del sector (hostelería, comercio, restauración, agencias, servicios culturales) con este fenómeno de arrastre de otros sectores como la agricultura, la construcción y servicios varios, el turismo sería responsable de un 16% del PIB del 2015. Asimismo, en un país con una tasa de paro del 18,75% “el turismo empleó directa o indirectamente en el 2015 a 2,5 millones de personas, lo que representa un 13% del empleo total y que supone 1,4 millones de empleos más que en el 2010”.
No obstante, el propio informe avisa de que “a pesar de una creciente diversificación, las entradas de turistas extranjeros están todavía altamente concentradas”. Más de la mitad de la demanda turística extranjera –el 80% procedente de mercados europeos– se concentra entre junio y septiembre. Además, avisa Exceltur, el lobby de la industria, los visitantes extranjeros se concentran en el área mediterránea y las islas, que reciben cerca del 75% del total de turistas.
Una concentración espaciotemporal que está generando fricciones entre la propia industria, así como con sectores sociales que conviven en las zonas más saturadas, ya sean vecinos o comerciantes. “Destinos saturados como Barcelona, Ibiza o Mallorca, han registrado nulo crecimiento de oferta turística en los últimos años”, argumenta José Luis Zoreda desde Exceltur. La asociación achaca parte de la saturación al crecimiento descontrolado de apartamentos turísticos en los últimos tres o cuatro años. Actualmente, existen 330.000 plazas hoteleras en el mercado español. Y este año el número de plazas anunciadas en las plataformas de alquiler turístico ascienden ya a 360.000, según datos que aporta Exceltur.
“La sociedad empieza a ver en el turismo más inconvenientes que bondades y eso pone en peligro un equilibrio esencial para el buen funcionamiento del sector”, afirma Zoreda. “No podemos seguir presumiendo de récords de turistas, hay que cambiar de criterios y fijarse en parámetros como empleo de calidad o el aumento del gasto por visitante”, argumenta el representante de Exceltur.