JOYAS VICTORIA, BELLEZA Y PARÍS
Era cuestión de tiempo que la diseñadora Yasmina Benazzou, antigua directora creativa y de diseño de Tai Ping, firma especialista en alfombras, emprendiera su carrera en solitario en busca de su propia identidad como creadora. Su nueva aventura se ha concretado ahora en la creación de una nueva marca para la que ella diseña colecciones de joyas. De origen marroquí, Yasmina –que ahora tiene su centro de operaciones en Nueva York–, recuerda que creció rodeada de mujeres que le daban mucha importancia a las joyas que llevaban, como una parte fundamental de su cultura, así que le resulta natural esa relación con la joyería. Su firma se llama Haute Victoire, haciendo referencia a la idea de “victoria”, una victoria personal y la relaciona también con la idea de celebrar la belleza, la mujer e incluso París, una ciudad en la que vivió mucho años. La primera de sus colecciones se llama Oud d’or y es una colaboración con la actriz marroquí Ghita Tazi. Para ella es importante colaborar con otras mujeres con las que comparte ideales, de modo que en esta ocasión han explorado su identidad marroquí con una colección realizada a partir del
oud una madera típica del país que se ha tallado a mano y después fundido en oro. Las piezas tienen un aire un poco bruto pero con un acabado tanto en mate como en brillo que les aporta movimiento, algo que se enfatiza a través de ser piezas además articuladas. A veces añaden a las joyas unas perlas tahitianas provocando un contraste entre la suavidad y redondez de la perla y la irregularidad del oro. Una segunda colección se titula Blanc nocturne. En ella se combinan perlas barrocas de los mares del sur con la simplicidad de un hilo de oro retorcido a mano que consigue la impresión de que las perlas parecieran flotar. El color, que Yasmina siempre ha manejado con maestría, viene de la mano de la colección Couleur de Ciel, también una colaboración, en esta ocasión con un especialista en turquesas persas (las mejores del mundo) que le transmitió su pasión por esta piedra que se convirtió en el verdadero centro de esta colección.
Nacre des lunes, por su parte, sería su colección más prêt-à-porter, se trata de una serie de piezas que se declinan en diversas variantes y que pueden personalizar a gusto del consumidor. Cadenas de oro y pequeños dijes de oro, a veces con pavé de diamantes, son las claves de esta colección. Y en algún sitio tenía que surgir la pasión incansable de la diseñadora por los viajes. Es por eso que su colección Feu des étoiles es como un diario de viajes, de visitas a los rastros en los que ella compra piezas vintage, como monedas, corales, cadenas, camafeos o joyas victorianas para luego transformarlas en piezas singulares, únicas, a partir de su intuitivo y bien entrenado ojo.