Juguetes educativos de sello barcelonés
Broks distribuye el 20% de su producción a escuelas y centros educativos y el resto lo vende online y a tiendas de juguetes Broks es una firma barcelonesa de juguetes de construcción que, como muchos otros proyectos empresariales, nació para cubrir una necesidad propia no resuelta por el mercado. “Nos costaba mucho encontrar juguetes que estimulasen la imaginación de nuestros hijos, más allá de Lego. Así que nos lanzamos a crear un pequeño prototipo de un juguete de construcción que les encantó a nuestros hijos y a los hijos de nuestros amigos”, explica Cecilia Rauek, cofundadora de Broks junto a su marido Hernán. En noviembre de 2015 lanzaban una primera producción de su primer modelo de construibles en Amazon, que en pocas semanas vendieron en distintos puntos de Europa como Francia, Alemania y el Reino Unido. “Esto nos dio energía para continuar y decidimos ir con el muestrario por pequeñas tiendas de juguetes y puericultura, donde también tuvimos buena aceptación”, apunta la emprendedora.
En la actualidad, la firma, que cuenta con cuatro modelos de juegos, distribuye sus productos en pequeñas tiendas de juguetes y puericultura de todo el panorama nacional, así como a través de su tienda online y Amazon. En esta línea, el 20% de sus pedidos provienen de instituciones educativas que utilizan sus juguetes de construcción para asignaturas como robótica. “Es una línea de negocio que no hemos iniciado nosotros, sino que se ha abierto por sí sola gracias al interés que ha suscitado entre muchas escuelas y ahora queremos empezar a trabajarla a fondo. Pues nuestros juguetes tienen mucho que aportar en el desarrollo de habilidades cognitivas y creativas de los niños”, puntualiza Rauek, quien admite que para dar a conocer la firma entre el público general participan cediendo sus juegos en eventos familiares como por ejemplo el Festival Jardins de Pedralbes, entre otros. Otro de los retos de futuro para la joven firma –puesta en marcha por el matrimonio con una inversión inicial de 25.000 euros– es empezar a trabajar a fondo el mercado europeo, donde ya están hablando con distribuidores de mercados como Italia y Francia, donde ya han vendido –aunque todavía de forma testimonial– sus productos. “A largo plazo tampoco descartamos introducirnos en algunos países del mercado Latinoamericano como Colombia o Perú, desde donde hemos recibido algunas llamadas, aunque, paso a paso”.