La Vanguardia - Dinero

Cómo gestionar los errores de forma productiva

La historia está plagada de errores que se han convertido en grandes éxitos

- Judit Bara Parellada

“He destruido accidental­mente la base de datos de producción en mi primer día de trabajo y me han despedido. Además, el CTO me ha dicho que el departamen­to legal va a tomar cartas en el asunto. ¿Estoy muyjodido?”. Así titulaba haceunas semanas un informátic­o su búsqueda desesperad­a de ayuda en el foro de internet reddit. Másomenos por esas fechas, British Airways cancelaba todos sus vuelos porque un operario desenchufó una unidad del Centro de Gestión de Datos, provocando la caída del sistema informátic­o de la aerolínea y colapsando los aeropuerto­s de Londres.

¿Qué tienen en común esos dos incidentes? Ambos ponen de manifiesto algo sabido por todos: errar es humano. Más tarde o más temprano, todo el mundo se equivoca y, en ocasiones, esos errores son carísimos, tanto para la empresa como para quien los comete. La reacción más común suele ser la sufrida por el informátic­o de reddit: buscar al culpable y despedir leipsof acto. Pero¿ es esta la manera más inteligent­e de gestionar estos trances?

El caso de Amazon

En la Nochebuena de 2012, un informátic­o de Amazon borró parte de los datos de configurac­ión del sistema de computació­n en la nube de la compañía. Eso afectó a empresas como Netflix y dejó a millones de clientes sin servicio durante unas veinte horas. Pero Amazon no despidió a nadie. El gigante online redactó lo que denominan un COE (por sus siglas eninglés, 'informe de corrección del error') describien­do por qué había ocurrido el problema y las acciones que se adoptarían, y detallando qué lecciones podían sacarse del grave incidente. Nada de amenazas legales ni de crucificar al causante. En la cultura de Amazon, una equivocaci­ón así se interpreta como un error de la organizaci­ón y significa que hay que poner en práctica procesos que garanticen que, si otro empleado vuelve a meter la pata, las consecuenc­ias no resulten en unagrave crisis. Entender las equivocaci­ones como un fallo colectivo y noindividu­al es parte de la cultura de Amazon, y uno de los factores que contribuye­n a generar

seguridad psicológic­a, una caracterís­tica distintiva de los equipos eficaces e innovadore­s.

¿Qué es la 'seguridad psicológic­a'?

Este concepto hace referencia a la creencia compartida de que el equipo de trabajo es un lugar seguro y, por ende, sus miembros pueden asumir riesgos interperso­nales. En estos equipos, los componente­s del grupo se sienten aceptados y respetados y expresan sus opiniones sin temor a repercusio­nes negativas. La

seguridad psicológic­a favorece el intercambi­o de ideas y permite que los grupos y las organizaci­ones estén en un proceso continuo de aprendizaj­e y, por lo tanto, les sea más fácil innovar. En muchos equipos, aunque sus miembros estén motivados, no se suelen expresar ideas quemejorar­ían la productivi­dad del conjunto por miedo a ser criticado; en los grupos en los que existe un clima de seguridad psicológic­a, sus componente­s piensan menos en las posibles consecuenc­ias negativas de expresarse y, como resultado, comparten muchas de sus reflexione­s. El equipo se adapta al entorno compartien­do observacio­nes. A la hora de propiciar este ambiente, el líder del equipo desempeña una función fundamenta­l, así como el establecim­iento de una estructura por la que cada miembro entiende su rol en el equipo, y la existencia de relaciones fuertes entre ellos.

Los cinco porqués ('five whys')

Una de las técnicas que empleó Amazon para llegar al meollo del problema fue desarrolla­da en los años cincuenta por el padre del sistema de producción de Toyota, Taiichi Ohno. Este ingeniero considerab­a que los problemas eran una oportunida­d escondida para llegar al kaizen ('mejora continuada'), y, para él, “no tener problemas es el mayor problema posible”.

Todo el que ha tenido que responder a las preguntas de un niño, que suelen empezar con un "¿Por qué el cielo es azul?" y cuya respuesta genera un nuevo porqué, ya tiene una idea de en qué consiste la técnica de los cinco porqués. También en este método, cada respuesta es la base para la próxima pregunta. Que los interrogan­tes sean cinco, y no siete o diez, viene de la observació­n del número de iteracione­s necesarias para resolver un problema: se puede profundiza­r más allá del quinto nivel, pero no suele ser necesario. No hay reglas establecid­as acerca de qué interrogac­iones deben plantearse o durante cuánto tiempo hay que buscar causas

adicionale­s, y los resultados dependen de los conocimien­tos y la persistenc­ia de los implicados.

El ejemplo que utilizaba el ingeniero era el siguiente: una máquina ha dejado de funcionar, ¿por qué se ha parado? Porque se produjo un calentamie­nto y se fundió un fusible. ¿Por qué el calentamie­nto? Porque el cojinete carecía de la lubricació­n suficiente. ¿Por qué el cojinete no estaba bien lubricado? Porque la bomba encargada de hacerlo no bombeaba convenient­emente. ¿Por qué la bomba no trabajaba como debía? Porqueel eje dela bombaestab­a desgastado. ¿Por qué se había debilitado ese eje? Porque carecía del filtro y por allí se coló un trozo de metal. Repetirpor­quéde esta guisa permite llegar a la raíz del problema y corregirlo definitiva­mente. Si no se llega hasta el final, uno podría remplazar el fusible, o el eje de la bomba, pero al cabo de unos meses se repetiría la avería. De este modo se traslada el foco del problema técnico (un fusible fundido) al fallo humano (alguien se olvidó de ensamblar el filtro). Algo parecido ocurre en las industrias de servicio, donde la mayoría de problemas suele derivarse de carencias en la formación o en el manual donde se explica cómo facilitar el servicio en cuestión (esta resultó ser la causa del error del informátic­o mencionado al inicio de este artículo ). Además, con esta técnica se consigue vincularla capacidad de avanzar ala de aprendizaj­e, y no solo a la ejecución.

Suma y sigue

Un día, Tom Watson Jr., presidente de IBM en los años cincuenta y sesenta, tuvo que conminar a su despacho a un vicepresid­ente de la compañía cuyo proyecto fallido había costado diez millones dedólares. En esa reunión, el vicepresid­ente entregó su carta de resignació­n. Watson la leyó y le dijo: “¡No vas a dejar de trabajar aquí ahora que tu formación nos ha costado diez millones!”, la lógica siendo que nadie comete este tipo de errores más de una vez. Cuando el esfuerzo humano ex cede cierta complejida­d, es ingenuo pensar que pueden anticipars­e todas las consecuenc­ias; hay que ser capaz de aceptar el error como un método más de aprendizaj­e, como ya avala la historia. Los Post-It de 3 M fueron el resultado de una cola que no pegaba bien. Lapl astil in a surgió durante la Segunda Guerra Mundial cuando se buscaba un sustituto de la goma. El microondas. La sacarina. La Viagra. Las impresoras de inyección de tinta. El marcapasos. Los Corn Flakes. Los rayos X. La lista es larga. Por eso, la próxima vez que haya que enfrentars­e a un error, antes de pedir que rueden cabezas, lo mejor es respirar hondo y hacer propias las palabras de James Joyce en Ulises que nos recuerdan que “los errores son los umbrales del descubrimi­ento”.

 ?? Cuando alguien se equivoca, antes de pedir que rueden cabezas conviene recordar que un error bien gestionado suele generar un acierto.
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Cuando alguien se equivoca, antes de pedir que rueden cabezas conviene recordar que un error bien gestionado suele generar un acierto. GETTY IMAGES

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