Lo retro está de moda
El grupo austriaco KSR aterriza en nuestro país y apuesta con fuerza por Brixton, una marca al alcance de todos los bolsillos
El grupo austriaco KSR podría decirse que es un recién llegado al mercado de la moto, aunque en realidad sólo lo es en nuestro país, donde desembarcó el pasado ejercicio tras casi tres lustros de trayectoria como grupo. En realidad, la experiencia en el sector de la moto de los hermanos Kirschenhofer –la familia propietaria de KSR– se remonta a medio siglo atrás, siempre desde la población austriaca de Krems, donde se encuentra la sede de la compañía. No obstante, actualmente el grupo tiene divididas las operaciones entre este centro ideológico europeo y el centro de desarrollo y producción en Taiwán, además de otros centros fabriles repartidos por Asia.
La última gran apuesta del grupo es la marca Brixton, un sello que pretende trasladar al boyante mercado del octavo de litro la estética más de moda en este momento, la de las motos vintage o retro inspiradas en los modelos de mediados del siglo pasado.
El origen de la gama de Brixton se encuentra en la BX 125, una moto sencilla, pero de estética muy resultona y cargada de buenos detalles. Así, el pequeño propulsor refrigerado por líquido de origen Suzuki dispone de inyección electrónica y homologación Euro4. Llega pintado de negro y montado sobre un bastidor en acero de cuna simple interrumpida, también de color negro, com- pletado con un depósito y unas tapas al estilo de la vieja escuela.
Las suspensiones son también de corte clásico, con una horquilla delantera simple decorada con fuelles de goma, y un doble amortiguador posterior. En cuanto a los frenos, dispone de un disco simple en cada tren, sobre los que actúan sendas pinzas de doble pistón. Especialmente vistoso es el escape, con el colector forrado con un protector térmico que imita la cinta de amianto y un silenciador tipo British cromado.
El manillar es alto y la postura de conducción especialmente cómoda, y destacan algunos detalles del equipamiento como el asiento plano con imitación de cuero cosido, la toma de corriente de tipo USB instalada junto a la base del manillar o el pequeño cuadro digital que completa el cuentarrevoluciones analógico instalado en el faro. Precisamente, a pesar de su estética clásica, el faro dispone de un atractivo diseño con diodos led en el círculo exterior que se utiliza como luz de posición, mientras que la luz principal se confían a una bombilla halógena.
Próximamente se añadirá a la BX básica una versión Café Racer y una Scrambler.