Robert Tornabell
La OCDE y la renta básica
Encuesta El 70% está a favor de la renta básica universal, pero solo el 35% si conlleva subir impuestos, según ‘The Economist’
La participación de los salarios en la renta nacional disminuye progresivamente, mientras que las rentas del capital no dejan de crecer. La OCDE puso el dedo en la llaga y señaló que ha llegado el momento de asegurar una renta básica universal (RBU) para los que quedan al margen de la sociedad. Suiza, el país de las mil consultas, planteó a sus electores una RBU, pero la rechazaron, posiblemente porque estaba por encima de la “línea de pobreza”.
Finlandia emprendió este año otra vía. Creó un organismo para organizar un plan piloto y se tomó al azar una muestra de 2.000 ciudadanos en paro. Se estableció una RBU mensual de 560 euros, que apenas representa el 23% de la “línea de pobreza”. The
Economist realizó en junio una serie de encuestas entre algunos de los que fueron elegidos para el plan piloto de dos años. Se pretende averiguar de qué forma la sustitución del subsidio de paro por un ingreso mensual, con la posibilidad de que puedan realizar algún trabajo temporal, puede desanimar a los que antes buscaban un empleo. Un grupo de monitores trabajó a distancia y analizaron los registros de las rentas de las familias, los impuestos que pagan y también lo que gastan en medicamentos, porque podría ocurrir que el bajo ingreso frustrara sus expectativas y necesitaran tomar anti depresivos.
El 70% de los encuestados estuvo a favor de que los ciudadanos disfruten de una RBU, pero el porcentaje baja al 35% cuando se les dice que para pagar esos subsidios mínimos sería necesario aumentar los impuestos. La idea de un ingreso mínimo mensual por persona tiene más partidarios entre los que trabajan a tiempo parcial, fundamentalmente mujeres. Los obreros de la industria pesada se mostraron contrarios a una implantación que pudiera tener alguna consecuencia en sus planes de pensiones. La mayoría de partidos estuvieron a favor y los conservadores posiblemente lo hicieron al dar confianza a un programa que contribuya a simplificar el complicado sistema del país.
La OCDE tomó la” línea de pobreza” a partir de la mitad del ingreso medio disponible de un hogar o de una pareja. El gasto por persona se tomó en términos brutos para el conjunto de las transferencias en efectivo, excepto la pensión de los que están ya jubilados.
El programa sugirió muchas preguntas: ¿Cuál debería ser la RBU neutral, es decir, que no desequilibrara el presupuesto nacional? Para Finlandia, 527 euros por persona y mes, pero con una reducción de otros beneficios sociales para el conjunto de la población, aproximadamente el 6,7% del PIB. Cada país, según su renta y el sistema fiscal tendrá que indagar cuál sería la RBU más justa. Es una cuestión de justicia distributiva y de contribución a la estabilidad social.