Balance de agosto
Agosto tiene una peculiaridad que se repite casi de forma constante: el menor volumen de negociación provoca que los movimientos al alza o a la baja se acentúen, aunque la variación de precios desde el inicio al final del mes no sea tan intensa. Este agosto no ha sido, en este aspecto, una excepción. El volumen de negociación ha sido el más bajo en una década, acentuando el movimiento de las cotizaciones. La caída del Ibex desde los máximos del mes ha sido del 4,6%, mientras que el saldo mensual refleja un descenso del 2%.
La justificación de las caídas del mes son varias: la intermitente tensión geopolítica entre Estados Unidos y Corea del Norte; las turbulencias políticas internas en EE.UU. con una clara pérdida de confianza en la capacidad del presidente Donald Trump de sacar adelante las reformas prometidas, el presupuesto e incluso el aumento del techo de gasto que evite el impago del gobierno estadounidense.
Al igual que hace un mes, la atención seguirá centrada en la actuación de los bancos centrales. La reunión anual de banqueros centrales en la localidad de Jackson Hole no ha aportado ninguna novedad. Tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo parecen decididos a seguir con sus respectivas políticas monetarias. No obstante, la debilidad manifiesta del dólar y la dificultad de aprobación de medidas que impulsen el crecimiento estadounidense dificultan que la Reserva Federal siga subiendo tipos con la cadencia anunciada. Por otro lado, la fortaleza del euro dificultará al BCE endurecer su política monetaria tanto como desearía. Poco ha variado el escenario en el verano.