Edificios corporativos con branding
Las empresas buscan edificios singulares como sede porque les ayuda a posicionar su imagen
Vivimos en una sociedad visual, donde no hay mejor carta de presentación que la imagen. En una persona, cómo viste; en un piso, cómo se ha decorado, y en una empresa, su sede. "Para una empresa, el edificio ha dejado de ser un simple contenedor donde realizar la actividad económica para convertirse en un eslabón más de su cadena de valor", explica Anna Esteban, directora de la oficina de CBRE en Barcelona. Y este cambio de paradigma está transformando la dinámica del mercado del alquiler corporativo: "A las empresas ya no les vale cualquier oficina o nave industrial al uso, buscan edificios singulares, con carácter, que les diferencien del resto", sostiene Òscar Vall, director de Alquileres de aProperties.
La Casa Thomas y la empresa Cubiñá
Uno de estos edificios singulares convertidos en sede corporativa es la Casa Thomas de Barcelona. Obra de Lluís Domènech i Montaner entre los años 1895 y 1898, esta joya del modernismo catalán fue adquirida en 2007 por Cubiñá, empresa centenaria de mobiliario e interiorismo. Pero no fue hasta 2010 cuando se presentó oficialmente, tras un importante y exhaustivo proceso de rehabilitación. "Las obras costaron literalmente el doble de lo que estaba presupuestado. Solo para recuperar los suelos antiguos de mosaico, la obra se retrasó tres meses. Tuvimos que renunciar a las antiguas oficinas, se repintaron los frescos originales del techo porque no cumplían la normativa, ya que no eran ignífugos... Las anécdotas son interminables", recuerda Edgar Cubiñá, director general de Cubiñá, que añade: "Quizás no es el edificio más funcional para una empresa de mobiliario, porque corres el riesgo de que la belleza del propio edificio canibalice las piezas de exposición. Pero queríamos dar continuidad
al proyecto alrededor de la Casa Thomas, mantener la dignidad del edificio. Entendíamos que se merecía un respeto y debíamos ser consecuentes. Aunque conllevara dificultades y limitaciones". De hecho, como explica Cubiñá, Casa Thomas es mucho más que una tienda de muebles. Realizan charlas, eventos, presentaciones... "Intentamos que
sea un hub de creatividad, de diseño... Tenemos la obligación moral de recuperar el espacio que ha dejado en Barcelona el cierre de Vinçon".
Pero estar en la Casa Thomas también tiene sus ventajas, sobre todo para una empresa que se dedica al mundo de la decoración: "Los profesionales del sector, sobre todo los arquitectos, valo- ran mucho el edificio. Y cuando vienen con un cliente que se está planteando una reforma, se sienten reconfortados, porque ven que somos una casa seria. En este sentido, el edificio suma, nos ayuda a mejorar nuestro posicionamiento como empresa", afirma Edgar Cubiñá.
Edificios con branding
Es una de las nuevas tendencias del sector: "Curar la imagen del edificio para potenciar la imagen de la empresa", afirma Anna Esteban, que añade que están detectando un interés creciente por parte de las empresas para posicionar su sede. "Hay mucho edificio con branding". Las empresas, sobre todo las multinacionales, buscan edificios con perso- nalidad, auténticos. "Ya sea uno ultramoderno con parking para bicis y duchas para los empleados, porque les interesa atraer a talento joven, milenials que se mueven en bici y aprovechan la hora de comer par asalir ah acerjogging, como un edificio catalogado o modernista", sostiene Esteban. Y pone como ejemplo la firma internacional Nike, a la que han asesorado en su traslado de sede desde el polígono Mas Blau de El Prat de Llobregat al emblemático edificio de La Rotonda, en Sarrià. "Las empresas están empezando a cambiar de sedes como una manera de atraer y retener talento. Porque han detectado que el espacio tiene incidencia en la actividad laboral y en el producto. Están haciendo un proceso de update o de renovación de imagen".
Barcelona y el pluricentrismo
Anna Esteban apunta una tendencia que está afectando al mercado del alquiler de oficinas, pero que incide también a la ciudad en general, el pluricentrismo. "Tradicionalmente, las rentas más altas de alquiler de oficinas estaban en paseo de Gràcia, Diagonal, Rambla Catalunya... Pero ahora estamos detectando que no es tan importante la zona, sino el edificio". Ypone como ejemplo, una vez más, La Rotonda: no está en una zona tradicional de oficinas, pero el edificio hace que merezca la pena instalarse aquí. "Siempre habrá ciertas zonas con más concentración de empresas, pero si se esparcen por diferentes áreas o barrios, mucho mejor. El pluricentrismo enriquece una ciudad, la equilibra y la extiende", sentencia Anna Esteban.