Los bosques catalanes podrían explotar mejor su producción forestal
Sólo se aprovecha entre el 25% y el 30% de su potencial
El continuo aumento de la superficie arbolada en Catalunya no se acompaña de una mayor explotación de los recursos de los bosques. Si bien es cierto que en los últimos años ha aumentado la superficie bajo aprovechamiento forestal, se estima que aun así solo se saca rendimiento de entre “el 25% y el 30% de la capacidad productiva maderera de los bosques”, afirma Jordi Vayreda, investigador del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (Creaf). Las principales barreras son “la baja productividad de los bosques locales, que tienen unos crecimientos muy lentos, el bajo precio de la madera y la gran atomización de la propiedad forestal, en manos de muchos pequeños propietarios, lo que dificulta todavía más la rentabilidad de las explotaciones”, señala Vayreda.
“Se están investigando nuevos productos y aplicaciones de mayor valor añadido para la madera y, por tanto, de un precio superior y más rentables”, explica Míriam Piqué, del Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC). Una de las salidas con mayor proyección es la construcción con madera, un material con grandes propiedades aislantes, tanto acústicas como térmicas, transpirable y que regula muy bien la humedad. En el antiguo recinto industrial de Can Batlló, en la calle Constitució del barrio de La Bordeta de Barcelona, se está construyendo el edificio más alto de madera de España.
En la actualidad, “el 80% de la madera que se extrae de los bosques catalanes es pino” y se utiliza principalmente para “embalajes y bioenergía”, indica Piqué. “Se extraen anualmente 750.000 metros cúbicos de madera, cuando el potencial es de tres millones”, añade la experta. Estos tres millones a los que hace referencia Piqué equivalen a la capacidad de regeneración y crecimiento que tienen los bosques por sí solos. Es decir que su extracción no iría en detrimiento de la superficie forestal. Al contrario, los bosques bajo gestión crecen mejor, son más sanos y están más prevenidos ante posibles incendios forestales.
“Los bosques ocupan la mitad de la superficie de Catalunya. Dejando a un lado los países nórdicos, somos de las regiones de Europa con más bosques y su superficie va en aumento debido al abandono de tierras agrícolas y de zonas rurales”, explica Piqué. “En el año 1990 había 1,3 millones de hectáreas de bosque y en el 2014 la cifra ya ascendía a casi 1,5 millones”, añade. La mayor parte, el 80%, son de propiedad privada.
La experta del CTFC pone también en valor el aprovechamiento de los productos no madereros del bosque, como el corcho, las setas, los frutos del bosque, los piñones o las plantas aromáticas y medicinales.
El 80% de la madera que se extrae de los bosques catalanes es pino y se utiliza para palés y bioenergía