Jaque al viejismo
La clave No existe una persona mayor típica, sino una gran diversidad
“Nosólo hay jóvenes de 30-45 años enel mundo, nosonlos únicos que viajan, comen, votan, gastan o viven (...) Noestamosmuertos, estamos vivos y llenos de energía y sabiduría; somosgrandes consumidores decultura, ocio, farmacia, coches, moda, casas y exactamente lo mismoquelos demás; nosólo gastamos en dentaduras postizas, compresas anti orina o platos de ducha antideslizantes ”( Demasiado jovenes para ser viejos.com ).“Simplemente nos hemos retirado de la vida laboral, pero la mayoría no hemosdejadodeser productivos. Preguntadlo a nuestros hijos” (PepaEspinós, Phyltime.org). “Existen personas mayores dependientes, pero también es cierto que cada vez son máslos mayores que tienen una capacidad mental y física comparable a personas con 20años; nohayuna persona mayortípica, sino una gran diversidad” (OMS).
Las voces e iniciativas destinadas a romper los estereotipos que asocian vejez a enfermedad, a fragilidad oanalfabetismo digital y que muestran a las personas mayores comounlastre social y económico se multiplican. La nueva generación de mayores no está dispuesta a encajar en la etiqueta de viejo ni a permanecer impasible mientras los organismos económicos–se llamen FMI, OC DE o Banco de España– les acusan de vivir demasiado y de ser una amenazapara la economíaglobal. Sonpersonas que acumulan años, pero también formación, conocimientos y experiencia, y que están acostumbradas a luchar por causas justas y dignas desde su juventud. Así que cuando se sienten víctimas del viejismo (edadismo, gerontofobia, etarismo ocualquier otra etiqueta referida a la discriminación por edad) nose quedan en lamentos, actúan. Yesosenota –y se notará másenlos próximos años, conforme se sumeaellos la generación de los baby boomers ( los nacidos en los sesenta)– en la irrupción de plataformas, asociaciones y negocios encaminados a dar visibilidad al colectivo sénior, a promover la puesta en común de sus inquietud es y sus actividades y a satisfacer sus necesidades, porque tras ellas también hay muchodinero que ganar. Máxime cuando quienes se aproximan a la vejez son integrantes de la sociedad del culto al cuerpo, máspermeables a la productividad y al disfrute, tienen mejor nivel educativo, más inquietudes y mayorcultura del ocio que quienes les precedieron.
Enla sociedad dela ciencia y la tecnología, la investigación y los datos también juegan a favor de liquidar el viejismo. Nohaynada queavale que la salud ola conducta cambian drásticamente al cumplir los 65. Ni que una persona de 70 u 80 años no pueda ser másinteligente, másculta, más atrevida, másprogresista, más flexible, másrica oproductiva queotra de 40. Yunreciente (y controvertido) estudio publicado enla revista Cell y elaborado por neurobiólogos de la Universidad deColumbia sugiere queel cerebro sano delos septuagenarios tiene la mismacapacidad de generar neuronas que el delos adolescentes. Larealidad es que no hay dos adolescentes iguales ni dos septuagenarios iguales, así que mucho menos un perfil único de persona mayor, jubilado, anciano oviejo.