Petróleo y tipos de interés
El crecimiento económico mundial sigue robusto y sincronizado entre las distintas zonas geográficas. La expectativa de incremento de los beneficios empresariales de las empresas cotizadas sigue firme, alcanzando el 9% en el Eurostoxx y el 19% en el S&P, gracias a los efectos de la entrada en vigor de la reforma fiscal. Apesar de estas buenas noticias, el fin de las inyecciones de liquidez por parte de los bancos centrales provoca que el afloramiento de determinados riesgos genere episodios de volatilidad en los mercados.
El conato de guerra comercial iniciado por EE.UU. y los tuits casi diarios de Trump sobre la cuestión han pasado a condicionar la evolución a corto plazo de las bolsas. De momento, existe el convencimiento de que el margen temporal para negociar, principalmente entre Estados Unidos y China, evitará una oleada de proteccionismo comercial que provocaría una reducción del crecimiento mundial y de los beneficios empresariales.
Otro de los riesgos que podrían descarrilar el buen momento económico actual es una subida considerable del precio del petróleo motivada por el aumento de las tensiones geopolíticas: la amenaza de una escalada bélica en Siria con intervención de EE.UU., el Reino Unido y Francia contra el el gobierno sirio respaldado militarmente por Rusia e Irán; el anuncio de Estados Unidos de no dar por válido el acuerdo nuclear con Irán y la imposición de sanciones al país persa; las malas relaciones entre Arabia Saudí e Irán, y las sanciones a Rusia son motivos suficientes para el incremento de la percepción del riesgo de subidas del precio del petróleo.
Tanto en el 2008 como en el 2011, el repunte del precio del petróleo por encima de los 100 dólares motivó que la inflación europea se disparara y el BCE subiera los tipos de interés.