Feminizar la empresa para aumentar su valor económico
Las empresas que incorporan a mujeres en sus cúpulas y apuestan por la diversidad alcanzan un mayor valor económico. Aun así, ellas son minoría
Liderazgo en femenino Algunas de las capacidades diferenciales son la comunicación y la transparencia, la gestión de equipos y los análisis de riesgos.
Las empresas del Ibex 35 cuentan hoyconcasi un24% demujeres directivas. Unacifra optimista quese matiza al cruzarla con el número global de consejeras de todas las compañías españolas que cotizan en las cuatro bolsas de valores de nuestro país –Madrid, Barcelona, Bilbao y València– sin contar el Ibex, que apenas suman el 16,9%.
Bajo el título La aportación de la mujer en la excelencia de la empre
sa, los Diálogos de Futuro Banco Sabadell con La Vanguardia reunieron el pasado 5 de abril a seis directivas, que debatieron en torno al binomio mujer-empresa, profundizando en el liderazgo femenino y sus características, la diversidad como valor económico o la discriminación laboral.
Ellas son el vértice superior, representan una exquisita minoría. Aunque a menudo las llamen por su nombre de pila, Ribalta, Hortalà, Franquesa, Teixidor, Rodríguez, Basi y Alsina ejercen en los últimos pisos de las sedes de sus empresas, diseñados por y para hombres, e impulsan una nueva manera de gestionar equipos, horarios y cuentas de resultados. Defienden los currículums ciegos, se niegan a seguir adelante con un proceso de selección en el que no haya mujeres entre los candidatos, marcan hora de inicio y de final a las reuniones, prefieren hablar de corresponsabilidad en lugar de conciliación y no les gustan las cuotas comoconcepto, pero consideran que son la única medida eficaz para ampliar la representación de mujeres en los puestos directivos y en los consejos de administración camino de la igualdad real. También creen firmemente en el valor que la diversidad aporta a los equipos profesionales y consideran que la brecha salarial debe abordarse con sanciones, apelando al cumplimento de las leyes.
Carme Hortalà, directora general del grupo financiero GVC Gaesco Beka, abre el debate instando a ver la botella medio llena en lugar de medio vacía: es innega- ble que todavía queda mucho camino por recorrer hacía la igualdad, pero no lo es menos que la presencia femenina ha crecido notablemente en los últimos quince años en la empresa española. Todas las participantes coinciden en señalar al respecto que la imposición de cuotas, incluso si en el fondo resulta antipática hasta para las propias mujeres, que consideran que nace de la discriminación (aunqueseapositiva), esunamedi- da que se ha probado necesaria. Las cuotas consiguen aumentar la representación de las mujeres. Sirva de ejemplo el caso italiano: la aprobación en el 2011 de una ley de cuotas obligatorias –pero temporales; limitadas a tres renovacionesdelosconsejos– haconseguido revertir una situación que era más desfavorable que la española.
En este sentido, Núria Basi, presidenta de Basi Group, referente de la moda en España, se reconoce sin problemasmujercuota, aunque señala que hace años lo hubiese juzgado inaceptable. “La edad y la experiencia mehanenseñado que, gracias a haberlo sido, se me han abierto puertas. Y ahora, en las mismas organizaciones donde yo he sido ‘la primera mujer’, hay muchas mujeres. Por tanto, ha servido”. Denuevo hay quórum, en este caso acerca del espíritu práctico: la visibilidad es un requisito sine qua non para la competencia de igual a igual con los hombres y la apertura de los organigramas empresariales a las mujeres.