Nuevas de Leonardo
Detrás de la venta habría dos facciones de la casa real saudí compitiendo entre sí
Medio año después de que Christie's vendiera en Nueva York la obra de arte más cara de la historia, el Salvator Mundi de Leonardo Da Vinci, por 450,3 millones de dólares al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, vamos sabiendo algunas “informaciones colaterales” de la transacción.
Esta columna es poco amante de dar pie a especulaciones y sí de comentar datos o noticias que vengan contrastados por medios serios. Pero querría hacerme eco de dos aspectos de la venta del Leonardo que abren posteriores debates. Había trascendido antes de la subasta que la obra salía garantizada por 100 millones, es decir, que detrás había un tercero que en caso de que no se vendiera, lo adquiriría por esta cantidad, y en caso de que superara el importe, cobraría una comisión. Pero ahora parece que quien la garantizó era el propieta- rio de Christie’s, monsieur Pinault, abriendo cierto debate ético sobre el doble negocio al cual jugaba.
La casa de subastas guarda absoluto silencio sobre quiénes eran los postores perdedores. Pero hace unos días se supo a través del Daily Mail, que citaba de palacio, que detrás de la venta millonaria había dos facciones de la casa real saudí con indicaciones de comprar la obra a cualquier precio, y que por error pensaban que competían contra sus rivales qatarís, cuando en realidad estaban compitiendo contra ellos mismos, incrementándose el precio en cada alza. Sería una explicación al astronómico precio conseguido. Si bien Christie’s lo tilda de pura fantasía, expertos en mercado del arte como Georgina Adam ( Financial Times) expresaban vía Twitter: “¡Cuanto más lo leo, más probable lo veo!”.
Lo que sabemos seguro es que el alto precio tiene más que ver con el valor de la escasez (era la última pintura del maestro renacentista en manos privadas) que con cotizaciones de mercado, y que la excepcional campaña de marketing que había detrás hizo el resto.