Bonhams es adquirida
La compra se produce en un momento de expansión del mercado
La tradición británica de casas de subasta no se limita a lo que solemos llamar las dos grandes, Christie’s y Sotheby’s, sino que hay una retahíla de buenas firmas que trabajan no sólo en el mercado de las bellas artes sino también de muchas otras disciplinas como libros, plata, alfombras, armas, mapas, vestuario, cerámica, monedas y un largo etcétera por lo que hay un coleccionismo culto, devoto y muy atento a lo que va apareciendo.
Bonhams es una de las más importantes. Fundada en Londres en 1793 trabaja en más de 60 disciplinas, especialmente bellas artes, antigüedades, automóviles y joyería. En 2013 abrieron una preciosa sede en NewBond Street, un moderno edificio que alberga incluso un restaurante con estrella Michelin. Con sedes en Nueva York, Los Angeles y Hong Kong, y más de 22 representaciones por todo el mundo, son una referencia internacional. Según sus propios datos, en 2017 vendieron unos 50.000 lotes y facturaron más de 450 millones de libras.
Esta semana han anunciado que ha sido adquirida por el fondo de capital privado Epiris Fund II, con sede en el Reino Unido. Ya en 2014 se frustró una venta a Poly Culture, uno de los gigantes chinos de las subastas, y llevaban meses intentando encontrar un inversor. Aunque ni el precio ni las condiciones financieras han trascendido, su CEO, Matthew Girling, ha declarado que “estamos encantados de haber encontrado un comprador que reconozca el potencial que ofrece este negocio”.
El mercado del arte tiene importantes barreras de entrada pero también un crecimiento estructural que viene de siglos atrás. Las subastas suponen globalmente la mitad de un mercado que está ahora mismo en plena expansión, pero habrá que ver qué sucede en los próximos años y cómo rentabilizan esta inversión en un entorno tan competitivo. La pregunta clave es si tendrán la capacidad inversora y la ambición de dar guerra a las dos grandes.