Con el radar en Europa y la banca digital
El anuncio del nombramiento de Andrea Orcel (1963, Italia) como nuevo número dos de Ana Botín a partir del próximo año sorprendió a los mercados. El primer banco por capitalización en Europa busca con el cambio que lleve el barco un banquero bregado en finanzas internacionales.
Procedente del banco suizo de inversión UBS, tras haber pasado antes por Bank of America y Merrill Lynch, conoce a la perfección el Santander, puesto que le ha asesorado en diversas compras durante los últimos 20 años. En una de las adquisiciones del Santander que estuvo más activo fue en la del británico Abbey.
También ha sido el banquero de inversión de otras multinacionales españolas, como Telefónica o CaixaBank. Está claro que en su radar tendrá ya fichados bancos europeos que pueden encajar con la actual estrategia del Santander.
No obstante, solo un día después de anunciar el nombramiento, Ana Botín apareció en público en un acto de Openbank para defender la actual estrategia del Santander. Llego a decir que Orcel no llega para cambiarla, sino para reforzarla. “Santander va a seguir siendo un banco comercial, pero al mismo tiempo será una plataforma tecnológica única y global”. Botín insistió en que “el futuro del Santander pasa por la digitalización”.
El banco, a principios de año, presentará su nuevo plan estratégico. Y está claro que todo va a pasar por contar con más clientes vinculados y digitales. “Imaginad el poder del Santander, con 140 millones de clientes en diez países con 1.000 millones de personas con la tecnología, la agilidad y la transparencia de Openbank”, apuntó.
Botín defendió que “Andrea Orcel, con José Antonio Álvarez y conmigo nos va a ayudar a ejecutar la estrategia que ya está en marcha y que pasa por digitalizar los bancos” a nivel grupo para que se conviertan en “una plataforma abierta y responsable de servicios financieros única”.
Ahora queda por ver si Orcel trae a España a directivos de su anterior equipo para dejar su sello en el Santander. Los que le conocen saben que tiene una fuerte personalidad y tratará de dejar su huella. Eso sí, “con elegancia italiana”, apuntan.