La banca abre puertas a lo digital
Las entidades financieras se preparan para un futuro tecnológico, con tipos altos y con más fusiones
Rentabilidad y transformación digital. Son las dos expresiones clave que tienen en mente los ejecutivos de la gran banca en España de cara al nuevo escenario que se avecina, con una subida de tipos de interés y las fusiones europeas a la vuelta de la esquina. Atrás quedan los años de limpiar de sus balances el ladrillo, hacer provisiones y recapitalizaciones. Santander y BBVA arrancarán el 2019 con nuevo consejero delegado (Andrea Orcel) y presidente (Carlos Torres), respectivamente. Toca esperar a ver si alguna más de las grandes entidades mueve ficha en la cúpula para afrontar los nuevos tiempos que llegan, mucho más dinámicos y cambiantes. El cliente de la era digital es menos fiel a su banco de toda la vida, gracias a la facilidad de las tecnologías para cambiar de proveedor.
La banca empieza a prepararse para los nuevos tiempos con redes más pequeñas, pero oficinas más amplias, donde se ofrece mayor asesoramiento. Por ahora, destacan los asesores virtuales personales en este periodo transitorio hasta que se implante de verdad la banca digital.
“El nuevo ecosistema de prestadores de servicios financieros hará que convivan las entidades financieras tradicionales con los nuevos operadores, como las fintech o las big tech. Tampoco se descarta que empresas industriales, como las automovilísticas o las de distribución, se adentren cada vez más en el mundo de los servicios financieros, ya sea en el ámbito de la financiación, los pagos o los seguros”, asegura Francisco Uría, socio responsable del sector financiero en KPMG Abogados. Todos contra todos.
En este sentido, Robert Tornabell, catedrático de banca de Esade, resalta que “el futuro empezó ayer”. De hecho, “ya existen supermercados y grandes cadenas de alimentación donde cuando los clientes van a pagar se les pregunta si quieren un crédito con la tarjeta de fidelización del súper. Esto es un claro ejemplo de banca en la sombra”, asegura.
No obstante, también sucede lo contrario. Duarte Líbano Monteiro, director general de Ebury para España y Portugal, destaca que “se están testando nuevos modelos de negocio”. A lo que añade: “Las sucursales bancarias, cada vez con más frecuencia, se apuntan a la venta y distribución de artículos de consumo, como electrodomésticos o productos electrónicos. Además, es previsible que se conviertan en marcas de distribución de productos financieros de terceras marcas”.
Para José Luis Martínez, portavoz de la patronal bancaria AEB, los próximos 5-10 años “los bancos tienen que conjugar el aumento de rentabilidad con acometer la obligada transformación digital en un entorno cada vez más competitivo, con nuevos jugadores que no son bancos, pero ofrecen productos y servicios financieros”.
En opinión de María Cabanyes, vicepresidenta sénior de Moody’s, “las expectativas de los clientes aumentan y cambian rápidamente”. En este sentido, añade Cabanyes, “los nuevos competidores de la banca están teniendo acceso a la misma riqueza de datos de los clientes que antes estaba sólo en poder de los bancos, lo que pone en peligro las relaciones bancarias estables”. A su juicio, “el nivel de competencia va en