Fainé: “La autoridad reside en las personas, no en los cargos”
Isidro Fainé, presidente de la Fundació La Caixa, alaba la función social de los bancos minoristas
Los bancos minoristas tienen una misión social en un mundo cambiante, donde la digitalización acelera los flujos de información y está en el origen de buena parte del futuro de la sociedad y de los objetivos del crecimiento económico. Tienen estas entidades la ventaja de llegar a todo el mundo y, más incluso, a aquellos que están en un estado de necesidad. Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, y recién elegido presidente del Instituto Mundial de Bancos Minoristas (WSBI), lo expuso con claridad en el acto en el que fue investido con el nuevo cargo: “Tenemos la misión de ayudar a las comunidades y a las economías a mantenerse fuertes y prósperas en un mundo globalizado, en especial a aquellas comunidades que se enfrentan a graves problemas, como la pobreza infantil, el desempleo, la falta de viviendas asequibles, las personas mayores, los cuidados paliativos y la exclusión financiera”.
El también presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, afirmó en Nueva Delhi, en su discurso de investidura del nuevo cargo, que “el WSBI contribuyó a este objetivo facilitando acceso financiero a 234 millones de nuevos clientes afectados por la exclusión financiera”. Para Fainé, “nosotros, las cajas de ahorros y los bancos minoristas, estamos siempre dispuestos a respaldar actividades e iniciativas, sean públicas o privadas, que se propongan el desarrollo humano y la mejora de la calidad de vida”.
Y todo ello, en un mundo donde la tecnología impone su ley y obliga a cambios: “Todo el mundo coincide en que la digitalización es una oportunidad que no podemos dejar escapar. La digitalización supone revolucionar nuestra proximidad con los clientes. Nos ofrece la posibilidad de acercarnos más a ellos y hacer que nuestra relación sea más provechosa. Es una oportunidad extraordinaria, como hay pocas en cada generación, que nos permite, a través de la banca digital y móvil, incluir a un gran número de personas, de cualquier lugar del mundo, en la economía global”.
Digitalizar, pero sin olvidarse del contacto personal: “La digitalización nos ofrece lo mejor de ambos mundos: el de las sucursales y el digital. O, lo que es lo mismo, supone tener en cuenta la inteligencia humana y la inteligencia artificial”. Y puestos a pensar en las personas, un concepto claro en la gestión, que debe ser descentralizada: “Es importante recordar que la autoridad reside en las personas, no en los cargos”.
Fainé explicó en qué consiste la capacidad de liderazgo: “Hacer crecer a las personas, ayudarlas a tomar decisiones, crear un buen ambiente de trabajo, mantener una buena comunicación y retribuirles adecuadamente”.
Convicción a la que ha llegado tras recordar la política de liderazgo de Jack Welch, “probablemente el mejor directivo del pasado siglo, a juicio del directivo de La Caixa: “Welch pedía cuatro E en las personas: la E de energy, quería que sus empleados tuvieran energía; la E de energiser, quería que sus empleados supieran contagiar la energía a los demás; la E de
edge, quería que las personas supieran hacer su trabajo al filo de la navaja, es decir, en situaciones complejas y, finalmente, la E de execution, ya que quería que supieran cómo hacer las cosas, y hacerlas bien”.
Fainé recordó que la proximidad de los bancos minoristas con el cliente son el puntal de estas entidades financieras, así como la llamada “inclusión financiera”, por un sencillo motivo: “Cuando mejora la inclusión financiera, se capacita a más personas, se crean más puestos de trabajo y la economía crece”.
“La digitalización nos acerca mucho más a nuestros clientes y hace nuestra relación más provechosa”