La primera enseñanza
Pertenezco al tipo de personas que intentan aprovechar su propia experiencia para transmitirla a sus hijos, y espero que no se preocupen los adeptos al suplemento Motor por la manera de enfocar la importante cuestión de hoy, puesto que este artículo se encuentra en la sección más adecuada de La Vanguardia. Tener un padre que ha recorrido miles de kilómetros al manillar de motocicletas de múltiples especialidades y cilindradas diversas puede traducirse en una primera lección insoportable para un joven impaciente.
Una de las enseñanzas más importantes que deberían recibir los aspirantes a motoristas se puede impartir antes de pisar una autoescuela y sin vulnerar el código de Circulación. Se trata de aprender a vestirse adecuadamente para manejar con seguridad un aparato motorizado de dos ruedas. Ya sabemos que el casco es obligatorio, pero hay que abrochárselo bien para evitar que salga de la cabeza en caso de accidente. Ypara mitigar los efectos de las caídas resulta imprescindible también llevar guantes, pantalones largos y buen calzado, además de una chaqueta adecuada y resistente.
Asimismo, los primeros pasos previos a convertirse en conductor de coche también pueden darse sin poner el motor en marcha. Hablamos de aprender a sentarse correctamente, regulando como es debido el asiento y el volante, además de ajustar los retrovisores para evitar el peligro de distracción que entraña hacerlo en movimiento. Transmitir experiencia a un hijo no es fácil, pero desde luego vale la pena intentarlo.