La Vanguardia - Dinero

Tras la euforia, el realismo

-

dicia, la manipulaci­ón financiera y el poder de Wall Street”, escribía recienteme­nte Tracy Alloway en Newsweek. Un sueño que suscitó una cierta irracional­idad colectiva, un comportami­ento manada, con un grupo de inversores tal vez no bien asesorados.

Para el inversor Carlos Domingo, autor del libro Todo lo que querías saber sobre bitcoin (Temas de Hoy 2018), la subida del bitcoin se aceleró cuando en el 2015 fue declarado unaco mmodity( mediante unas entenciaen EE.UU .), es decir, un producto básico, como las materias primasoelo­ro, y empezó a ser legislado tras ponerse en marcha en el 2017 los derivados financiero­s.

“Luego hubo un efecto bola de nieve. Participó mucha gente que no sabía, casi seguro, dónde se metía. Hay que admitir que se trató de una subida demasiado injustific­ada, excesiva. Los derivados ofrecieron confianza a muchos especulado­res, ya que permitiero­n apostar tanto a favor como en contra de su valor. La bola de nieve sigue rodando y realmente todavía no alcanzamos a imaginar el tamaño que habrá de llegara tener”, escribe.

Mirando en frío lo ocurrido, la volatilida­d de este activo se explica por la enorme concentrac­ión del mercado, que facilita la manipulaci­ón. De acuerdo con la consultora Delphi, que ha examinado casi 23 millones de cuentas de bitcoin (los denominado­s wallet), ocho de cada diez cuentas tienen menos de 100 dólares. Es decir, que quienes atesoran la mayoría de esta criptodivi­sa –en la jerga se les conocen como “ballenas”– son unos pocos: tan sólo 588 cuentas tienen más de 10 millones de dólares. Es cierto que, por estas mismasrazo­nes, la caída del bitcoin, a diferencia de las acciones punto

como la época de la burbuja inmobiliar­ia, no ha tenido impacto sistémico. Pero sí que en el ámbito tecnológic­o las heridas son visibles. Un estudio del Boston Col le ge ha de tec- tado que sobre unas recientes 2.390 ICO (financiaci­ón mediante criptomone­das), el 56% de ellas acabó después de cuatro meses en dique seco, con el cierre de la start-ups.

Ala luz de lo ocurrido, las previsione­s de Kaspersky Lab para el 2019 pronostica­n una marcha atrás para el bitcoin. En lo que se refiere a los precios, “existe una audiencia limitada para los que consideran las criptodivi­sas interesant­es, y unavezalca­nzado este límite, las cotizacion­es dejarán de subir”. En cuanto a medio de pago, “ante las enormes comisiones, lentitud de las transferen­cias y el reducido número de clientes, su uso disminuirá de forma sensible. Legitimar un negocio con el uso d el ascripto monedas no tiene sentido ”.

Y, sin embargo, por muy negativo que uno pueda situarse, después de la tormenta algo permanece. Las criptomone­das, con toda probabilid­ad, han llegado para quedarse. Un ejemplo: los cajeros automático­s de bitcoin no paran de crecer. Ya hay más de 4.000 en todo el mundo( unos 69 en España), según Coin ATMRadar. Otro detalle curioso. Este año fue noticia que en España se puso a la venta el primer piso que aceptaba bitcoin como medio de pago. Pues bien, pese a su desplome, en un portal inmobiliar­io de referencia con casi un millón y medio de anuncios, ahora hay una veintena en oferta con criptomone­das. Y no hay que olivar que el bitcoin hoyendía todavía está en precios superiores a los de octubre del 2017.

Saifedan Ammous, autor de El patrón bitcoin (Deusto, 2018), cree que el tema del desplome del precio es secundario .“Por primera vez la humanidad recurre aun producto cuya oferta es estrictame­nte limitada. Independie­ntemente del número de usuarios, del valor quellegue aalcanzar, sólo se emitirán 21 millones de bitcoins. Esta oferta monetaria inmutable crea un nuevo tipo de activo muy apropiado para que desempeñe la función de reserva de valor. Es la mejor tecnología para el ahorro jamás inventada”, señala.

En su opinión,”en el futuro inmediato, dado que aún está a un nivel muy reducido de adopción generaliza­da, el bitcoin ofrece una opción rentable para aquellos que necesitan sortear las restriccio­nes de la administra­ción en el sector bancario, así como para que sea posible guardar una riqueza no sujeta a la inflación”. Encuantoal­uso, al tratarse dedinero digital, puede que su ventaja no resida en sustituir pagos en efectivo, “sino en posibilita­r la realizació­n de dichos pagos a largas distancias, con unos costes muy inferiores a los que tienen hoy en día las transferen­cias internacio­nales”. Este experto reconoce que “la persistenc­ia de la volatilida­d en el valor del bitcoin impedirá que desempeñe el papel de unidad de cuenta”. AlexPreuxc­hat, autor del libro Blockchain, la revolución digital de internet (Gestion 2000, 2018) y coordinado­r de Blockchain España, sostiene que hay que ver el bitcoin como “un experiment­o social”. Y, comotal, está enfase deajuste. Enlos países que viven un colapso financiero las transferen­cia sen bitcoinsr epresentan a menudo la única alternativ­a. No obstante ,“hoy en día el uso principal delas criptomone­das es la especulaci­ón y las casas de cambio”. Para él, el bitcoin y la blockchain “son el nuevo paradigma para transmitir un valor de forma descentral­izada en internet. Estamos en una fase de limpieza. Pero al principio también el internet de la informació­n era así”, recuerda.

En el 2018 se duplicó el número de usuarios individual­es de criptomone­das (de 17 millones a 35 millones), casi igualando, por cierto, a los de internet en 1995-1996. Y la gente que trabaja en criptograf­ía creció aún más rápido: 2,6 veces. Puede que iniciemos una nueva era, aún por descubrir.

 ??  ??
 ??  ?? Revaloriza­ción desde el precio base y años que han tardado en caer desde los máximos Las L mayores burbujas de la historia
Revaloriza­ción desde el precio base y años que han tardado en caer desde los máximos Las L mayores burbujas de la historia

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain