2019: aprender de las lecciones de 1919
El inicio de 2019 viene marcado por peores perspectivas que hace un año. La eclosión de los conflictos comerciales durante 2018, la negativa evolución de los índices bursátiles y la revisión a la baja de las estimaciones del crecimiento no parecen quedar contrarrestadas por las expectativas de mejoras derivadas de unos avances tecnológicos que ciertamente provocan esperanzas pero asimismo temores y recelos. Pero, más allá de la coyuntura, el cambio de año es quizás el momento propicio para alguna consideración de más amplio alcance.
Posiblemente la referencia más inevitable y, en muchos sentidos, relevante en la actualidad, es el centenario del Tratado de Versalles que en 1919 debería haber puesto final a la primera guerra mundial. La expresión debería es, lamentablemente, necesaria ya que lo que podría haber sido un acuerdo que cerrase heridas y sentara los fundamentos de una nueva era de recuperación económica y paz sociopolítica fue todo lo contrario. Como ya apuntó un joven miembro de la delegación británica en las negociaciones de Versalles –John Maynard Keynes, que horrorizado presentó la dimisión explicando las razones– más que un tratado de paz fue un ajuste de cuentas que profundizó en la dinámica de conflictos y humillaciones que habían lastrado la historia de la humanidad y especialmente la del Viejo Continente, sembrando la simiente de la siguiente guerra mundial ini- ciada apenas dos décadas después. El escenario que abrió el fiasco de Versalles dio alas a polarizaciones políticas en un entorno en que se fueron sucediendo severos problemas económicos, desde la hiperinflación en Centroeuropa a principios de los años 1920 a la Gran Depresión desde el crack de 1929, que contribuyeron al empobrecimiento y desconcierto de unas clases medias que se vieron convertidas en presa de planteamientos sociopolíticos maniqueos… con similitudes con algunos contemporáneos. No repetir los errores de 1919 es una referencia importante para los tiempos actuales en que asimismo tratamos de superar momentos delicados y fricciones peligrosas.
Asimismo, en el año en que seguimos con incertidumbres acerca del desenlace del Brexit, conviene recordar que fue hace ahora medio siglo, en 1969. cuan- do, tras la dimisión del general De Gaulle, se desbloqueó la incorporación del Reino Unido a la entonces llamada Comunidad Económica Europea, que se formalizaría poco después. Y también en 1969 los europeos aprobamos el Plan Werner, el primer intento de complementar el mercado único con la moneda única. Como buen ejemplo de lo laboriosas que son las cosas, sería sólo tres décadas después, hace ahora justo 20 años, en que nació el euro, tras fracasar el primer intento en el marasmo económico y financiero de los años 1970. Nos cuesta aprender de las lecciones de los costosos errores y las dolorosas crisis, nos cuesta avanzar en entendimientos constructivos. ¡Que 2019 suponga una mejora en estos registros!