Expertos en todo tipo de artículos de corcho
En construcción, el corcho es muy apreciado como material aislante
Barnacork comercializa una amplia gama de productos realizados con este material natural y biodegradable
La de Barnacork es la historia de una empresa familiar catalana que ha sabido evolucionar a la par que los tiempos iban cambiando. “Mi abuelo Eugeni Palet era originario de Sant Feliu de Guíxols, una zona de tradición corchera, y después de la guerra se vino a Barcelona, donde en 1954 fundó un negocio de manufactura y comercialización de corcho”, explica Jordi Palet, quien lidera ahora la compañía junto a sus hermanos Jordi y Montse.
Barnacork desarrolla, fabrica y comercializa todo tipo de productos derivados del cor-
cho. “Lo único que no hacemos es tapones”, que es quizás el producto con el que más se identifica este material, bromea Jordi Palet. “Nuestra principal pata de negocio es la industria. Trabajamos para el sector del vidrio o para el del automóvil y exportamos la mitad de los artículos, principalmente a Europa y Sudamérica”, explica el miembro de la tercera generación. El segundo negocio por importancia es el de la construcción, donde el corcho es muy apreciado como material aislante. “Es el ámbito de negocio que mayores crecimientos registra”, señala Palet.
La tercera pata de Barnacork es la producción de artículos de diseño bajo demanda, como los taburetes o las sillas que ilustran este texto. “Podemos
fabricar cualquier producto con corcho”, asegura el responsable de la empresa. Esta habilidad para trabajar el corcho y convertirlo en el objeto que se desee es la característica diferencial que hace de Barnacork una empresa prácticamente única en Catalunya, según Palet.
El corcho con el que trabaja Barnacork procede principalmente del sur de España y de Portugal. “Sólo una pequeña parte es de Girona, ya que la extracción está muy orientada al tapón”, aclara el responsable de la empresa. El proceso de transformación tiene lugar en unas instalaciones de 1.500 metros cuadrados que Barnacork acaba de inaugurar en Polinyà. Para la construcción de la nave y la compra de maquinaria nueva, la empresa ha pedido un crédito de 110.000 euros.
Con 13 personas en plantilla y sede central en Barcelona, Barnacork facturó dos millones de euros el año pasado.