Con ADN de competición
Imagen renovada, más afilada y tensa, suspensión optimizada y un mayor rendimiento son parte de los secretos que esconde el nuevo Audi R8 2019
La variante ‘básica’ aumenta de 540 a 570 CV, y el Performance (antes Plus) pasa de 610 a 620 CV
El R8 luce un carácter estético más agresivo y punzante con una apariencia más afilada y estilizada
“Nacido en el circuito, producido para la carretera”. Con alrededor del 50% de componentes compartidos con el R8 LMS GT3 y fabricado en la misma línea de producción, ningún otro coche está más próximo a las carreras que el Audi R8, según sus responsables de desarrollo. El modelo más especial de todo el catálogo de la firma de los cuatro aros es un superdeportivo único gracias a su corazón: un motor 5.2 FSI V10 atmosférico, uno de los últimos propulsores sin sobrealimentación del mercado.
Con una respuesta instantánea, una subida de revoluciones ultrarrápida, una aceleración fulgurante y un sonido absolutamente embriagador, el nuevo R8 es ahora más potente que antes. En la variante básica aumenta de los 540 CV a 570, con un par máximo superior en 20 Nm, hasta alcanzar los 560 Nm. Acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos (Coupé) y 3,5 segundos (Spyder) antes de alcanzar los 324 y 322 km/h, respectivamente.
Por su parte, el R8 V10 Performance –antes denominado Plus– genera 620 CV en vez de los anteriores 610, mejorando también en 20 Nm su par máximo: de 560 a 580. Una ganancia que se refleja en sus prestaciones; 3,1 segundos en el 0-100 para la versión con carrocería cerrada y 3,2 para el descapotable con una punta de 331 y 329 km/h.
En ambos casos incorpora un filtro de partículas para reducir las emisiones con más efectividad, sistema de desconexión de