Fibra a la velocidad de la luz
La Diputación de Barcelona invertirá 19 millones de euros para ampliar, a partir del mes de abril, la red de fibra óptica a 55 municipios y a más de 178.000 habitantes
Por cada segundo que pasa se multiplica el tráfico de datos y la demanda de acceso a internet en todo el mundo. Actualmente, el número de usuarios de la red supera ya el 50% de la población global. Según el último informe hecho público por WeAre Social y Hootsuite, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar encabezan el ranking de los países en los que internet cuenta con un mayor índice de penetración. España se sitúa en la posición 18 de este listado mundial, con un alcance del 85% entre su población.
En este contexto, nuevos conceptos ya se han incorporado irremediablemente en nuestro vocabulario habitual: big data, trol o bot. Además, se oye hablar a diario de la velocidad de navegación y, cómo no, de la estrella en este campo: la fibra óptica, sobre todo en conversaciones de telefonía, internet o, incluso, televisión –aunque el uso de este tipo de comunicaciones abarca mucho más. Esta revolución dentro del mundo de las telecomunicaciones no es tan reciente como se puede llegar a pensar. Suma más de 40 velas, aunque a sus espaldas acumula, en realidad, siglos de investigación y experimentación. Según el registro de patentes, los investigadores Robert Mauer, Donal Keck y Peter Schulz inventaron el cable de fibra óptica en 1970. La primera transmisión de información utilizándolo se llevó a cabo el 22 de abril de 1977 en California. La fibra óptica, tal y como la conocemos en la actualidad, transmite una gran cantidad de datos mediante pulsos de luz, con velocidades superiores a las del cable convencional. Hablar de la fibra óptica es hablar de velocidad y de una transmisión sumamente eficiente. Entre sus ventajas –frente a otros sistemas como el ADSL– destaca que ocupa poco espacio, es más ecológica e inmune a las interferencias electromagnéticas. Mucho se ha avanzado, entonces, desde ese 22 de abril de hace 42 años.
La fibra óptica forma parte del sistema de comunicaciones actual, tanto a nivel particular como en el ámbito profesional. Los hogares, compañías, y también organizaciones y entidades gubernamentales apuestan por estar al día de sus comunicaciones, y cómo no, de las mejoras y novedades de las mismas.
En este sentido, de nuevo un mes de abril es clave para el futuro de la fibra óptica; en este caso en Catalunya. En el próximo abril se iniciarán, por parte de la Diputación de Barcelona, las obras para hacer llegar la fibra óptica a 55 municipios y a 178.540 habitantes potenciales de la demarcación. Para este proyecto, que promueve que cualquier perso- na tenga acceso a los servicios de banda ancha, se ha destinado un presupuesto de 18.899.161 euros. Esta inversión permitirá asumir los costes de construcción de la infraestructura necesaria para poder desplegar la fibra óptica a través de 252 kilómetros de carreteras. Se iniciará en las zonas en las que actualmente no hay ningún acceso a fibra óptica, o solamente una; por lo tanto, se mejorará la competitividad de esa vía.
Se aprovecharán proyectos ya planteados, como obras incluidas en la conservación o mejora de la seguridad en las carreteras y se incluirá la infraestructura para este tipo de fibra dentro de las cunetas de hormigón. El uso de éstas supone una mayor protección física del cableado y una protección mayor en caso de inclemencias meteorológicas, por ejemplo. Además, estas construcciones suman diferentes ventajas como el drenaje y la seguridad vial. Finalmente, las cunetas de hormigón también reducen los costes de mantenimiento de la red viaria.
Esta nueva red de telecomunicaciones en las carreteras catalanas es el resultado de un proyecto que une al Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació de la Generalitat de Catalunya (CTTI) y a la Diputación de Barcelona. La primera se encargará de instalar y gestionar el cableado de fibra óptica pública en toda la red y asumirá los costes de mantenimiento. Por su parte, la Diputación será la titular de la infraestructura destinada al paso de la fibra. Además, como consecuencia de este acuerdo, se creará una comisión estratégica y una técnica para su seguimiento. Asimismo, está previsto realizar –anualmente– un balance de gastos e ingresos de la explotación de esta nueva red de comunicaciones.
En definitiva, conectar los municipios de la demarcación con fibra óptica es una de las prioridades del plan de mandato de la DIBA que lleva por nombre Connectem y que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, contribuir al progreso y mejorar la competitividad del territorio convirtiéndolo en una área de oportunidades. El nombre Connectem adquiere, con este plan estratégico para garantizar a los ciudadanos la mejor conexión, más sentido que nunca.