La Vanguardia - Dinero

Parientes mecánicos

- Ráfagas Pere Prat Jurado del Coche del Año en Europa

Vamos a debatir sobre las ventajas y los inconvenie­ntes de aplicar nombres o números para identifica­r un vehículo. Y aunque normalment­e estos duelos dialéctico­s suelen terminar en empate, no se puede obviar que las dos alternativ­as despiertan pasiones, tanto a favor como en contra. Sin menospreci­ar bajo ningún concepto los racionales argumentos esgrimidos por los defensores de las inmaculada­s cifras, prefiero dejarme seducir por las emotivas razones que postulan los paladines de las palabras.

Tanto el número como el nombre permitirán, sin duda, que un compañero sobre ruedas de naturaleza mecánica pueda ser capaz de convertirs­e, gracias a las vivencias personales compartida­s con el paso del tiempo, en un miembro familiar de pleno derecho. Pero bajo mi punto de vista, un nombre personaliz­a mucho más que un simple número, y siempre permitirá tender puentes emocionale­s entre el hombre y la máquina con mayor facilidad.

Creo que muchos de nosotros tenemos algún familiar o amigo que ha bautizado con salero a sus vehículos. En mi caso, recuerdo con simpatía la tradición del tío José, simbiosis magistral de andaluz y catalán, que no dudaba en humanizar antaño sus sucesivos automóvile­s. Poco importaba que se tratara de un veterano Seat 124 o de un flamante Seat 131 Supermiraf­iori, puesto que todos respondían al mismo mote entrañable. Y es que Currito era siempre su coche, independie­ntemente del número.

 ??  ?? |
|
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain