No son dinosaurios
Los bancos están acostumbrados a obtener lo mejor de cada escenario. Lo han demostrado con creces en el pasado. Ylas oportunidades que siempre encuentran acaban beneficiando a sus clientes y a la sociedad. Los bancos se han enfrentado a enormes desafíos, como los derivados de la incesante y compleja regulación, de la inevitable y rápida digitalización que les piden sus clientes y de las dificultades de un escenario de tipos de interés nulos y negativos. Su capacidad de adaptación les ha permitido convivir con la competencia de otras entidades en desigualdad de condiciones en términos regulatorios y de supervisión. Ytodo esto ha sido compatible en el caso de la banca española con una progresiva mejora de la rentabilidad, aunque aún lejos de considerarse aceptable bajo la perspectiva de estabilidad bancaria a medio y largo plazo.
La eficiencia es la clave. Yla digitalización ayuda a mejorarla, aunque no lo es todo. Tener balances más saneados, mayor certidumbre regulatoria y poder competir en igualdad de condiciones en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías sin duda pueden ayudar. Los bancos han reforzado su balance desde la crisis y se han hecho más resistentes y eficientes. Para las autoridades, los bancos son el muro de contención ante potenciales excesos en los mercados financieros ante unas condiciones financieras muy laxas que se mantienen en el tiempo.
El futuro de la banca es seguir financiando el futuro de la sociedad. Yesto pasa por aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías para reforzar el compromiso con un crecimiento sostenible. La banca del futuro seguirá garantizando el nivel de seguridad y de protección de los datos personales y financieros de sus clientes como hasta ahora. La confianza de los clientes y la fiabilidad de los servicios y productos financieros son fundamentales para los bancos.