El auge de los bonos verdes
Los bonos verdes han llegado para quedarse. En estos últimos dos años se ha desarrollado en España una tendencia que se lleva incubando desde el 2007 a nivel internacional y que en los últimos años ha aumentado en las economías más importantes del planeta. Tanto las entidades públicas como las compañías privadas españolas han colocado a España como el séptimo país emisor de bonos verdes a nivel mundial. Actualmente, este tipo de emisiones representa unos 350 billones de dólares a nivel global de los cuales, el 34% están emitidos por entidades europeas. Sin embargo, sólo representan menos del 5% de la emisión total de la deuda a nivel global.
Esta categoría de renta fija posee una característica distintiva: están alineados con los objetivos de desarrollo sostenible impulsados inicialmente por Naciones Unidas. De manera que brindan financiación para proyectos de energías renovables, eficiencia energética, transporte limpio, prevención y control de la contaminación, gestión sostenible de los recursos naturales, usos de la tierra y gestión sostenible del agua.
Según la iniciativa Climate Bonds Initiative, España es el séptimo mercado por volumen y en el primer semestre del 2019 ha emitido más bonos verdes que Suecia, situada por encima en el año anterior, pero aún muy lejos de los países que lideran la clasificación, encabezados por Estados Unidos, China y Países Bajos en cuanto a emisiones se refiere.
A día de hoy son nueve las entidades españolas que en el 2019 han emitido este tipo de bonos, desde bancos como BBVA o Santander, petroleras como Repsol, operadoras de telefonía como Telefónica, compañías eléctricas como Iberdrola, hasta entidades públicas como Adif o el ICO.