Pendientes de un ajuste de las rentas
alquilar; cuando se hace, si la rentas son muy altas, el negocio no dura más de un año”, argumenta Laborde. Abrir una tienda en una calle comercial secundaria –cita como ejemplo Gran de Gràcia, en Barcelona– puede suponer una inversión de entre 60.000 y 80.000 euros el primer año y en un entorno complicado para el comercio como el actual no es fácil asegurar el retorno.
Compartir gastos del local con otras marcas o alquilar córners a firmas asociadas al sector son algunas de las soluciones que encuentran los comerciantes para salvar las rentas elevadas. “En los últimos tiempos también vemos prácticas como firmar contratos con carencias o rentas escaladas para garantizar la viabilidad de las tiendas”, explica. De las nuevas aperturas, asegura, un 30% están en manos de emprendedores del sector mientras el 70% lo aportan la expansión de cadenas y franquicias.
“La tienda física sigue siendo un elemento clave para los retailers y se está transformando para convertirse en un espacio experiencial para el consumidor”, argumenta Laetitia Ferracci, directora de operaciones de UnibailRodamco-Westfield en España. El gigante europeo de centros comerciales ha lanzado en España su Gran Premio de Retail para impulsar nuevos conceptos y formatos comerciales. “Aparte de las flagship stores, donde se generan experiencias que acercan al usuario a la marca, es importante abrirse a nuevos formatos, como las tiendas pop up o los brand events que permiten que usuario y marca entren en contacto de una manera menos convencional”, valora Ferracci. “En este sentido –prosigue– las cadenas más tradicionales hacen propuestas adaptadas a esta nueva realidad, pero está aumentando la visibilidad de la creatividad de las pequeñas marcas o marcas independientes”. En la primera edición en España concurren más de 40 proyectos diferentes.
“Creemos que el consumidor sigue teniendo ganas de ir a la tienda, aunque ahora espera una experiencia diferente”, asegura Jaume Portell, fundador de Beabloo, empresa especializada en experiencia de cliente en tienda, muy centrada en la digitalización del sector. Portell apuesta por la continuidad de las tiendas que ofrezcan lo que el cliente no encuentra en Amazon, como “la hiperespecialización, los sectores nicho y el efecto sorpresa”. Y aprovechar las ventajas del mundo online: antes si la tienda no estaba en un lugar de paso –y con rentas más altas–, no entraba nadie; hoy las redes sociales funcionan como lugar de descubrimiento y te abren la puerta a nuevos clientes, aunque sea a una pequeña tienda de barrio.