Automóviles obsoletos

Vamos a detallar una breve lista de los efectivos sistemas de seguridad que forman parte del equipamiento de muchos automóviles actuales, con el objetivo de ver la distancia que los separa respecto a modelos de generaciones anteriores. El asistente anticolisión, como primer ejemplo, es un ingenio electrónico muy efectivo en tráfico urbano y retenciones, puesto que evita los accidentes por alcance. Tras emitir advertencias acústicas y visuales, activa los frenos si el conductor no reacciona ante una situación de peligro.

El detector de peatones y ciclistas, por su parte, se encarga de advertir al conductor sobre su presencia en la pantalla de instrumentación, activando asimismo los frenos si existe riesgo de atropello. El asistente de mantenimiento de carril, en cambio, se apoya en sendas cámaras para leer las líneas de la carretera, con el fin de avisar a la persona que se encuentra al volante, mediante vibraciones y señales sonoras, e incluso actuando sobre la dirección, cuando detecta un cambio involuntario (ejecutado sin señalizar).

El detector de fatiga utiliza complejos algoritmos para determinar si el conductor viaja con exceso de cansancio y le recomienda un descanso. Por otro lado, el control de ángulo muerto emite un aviso luminoso en el retrovisor correspondiente para advertir de la presencia de otro vehículo cuando se usa el intermitente. Estos y otros sistemas, capaces de salvar vidas, brillan por su ausencia en los casi ocho millones de coches obsoletos, de más de diez años de antigüedad, que circulan a diario por la red nacional de carreteras.