La diluida tasa Tobin
Cuando compramos un bien o un servicio, viene gravado por el IVA o por el impuesto sobre transmisiones patrimoniales. Aunque hay excepciones. Una es la compra de acciones de una empresa. Esta supuesta anomalía parece que tiene los días contados. Alemania, a través de su ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha propuesto a sus homólogos europeos fijar un gravamen del 0,2% sobre el valor de las acciones adquiridas de sociedades con capitalización de más de 1.000 millones de euros. Quedarían exentas las salidas a bolsa (OPV), las ofertas públicas de suscripción (OPS), la recompra de acciones propias y las transacciones a través de fondos de pensiones. Se trata de un impuesto que trata de homogeneizar la compra de bienes y servicios, ya que no tiene sentido que un ciudadano pague el IVA de su café y otro ciudadano, independientemente de su poder adquisitivo, esté exento de pagar un gravamen por comprar acciones. Sin embargo, esta tasa tiene sus efectos colaterales, principalmente dos.
Primero, el impacto negativo que pueda tener esta medida en la rentabilidad global del pequeño inversor ahorrador. Llevamos años donde las opciones de inversión con menor riesgo, como son los depósitos bancarios, la deuda soberana o la deuda corporativa (bonos y obligaciones), se mueven en un interés entre negativo y cercano a cero. Por consiguiente, este gravamen puede penalizar de forma indirecta el ahorro y/o la futura pensión. Curiosamente, operaciones más especulativas con divisas o con derivados y otros productos financieros se escapan de esta tasa. Segundo, la posible caída del volumen de transacciones de compañías tan relevantes como Inditex, SAP, Siemens, Solvay y hasta más de 600 valores cotizados en diferentes mercados de la eurozona, con capitalización superior a los 1.000 millones de euros. Un debilitamiento que puede erosionar el desarrollo de los mercados de capitales, ya frágiles, en el continente europeo.
La UE lleva casi diez años tratando de sacar adelante la llamada tasa Tobin. Inicialmente este gravamen tenía que aplicarse a la gran mayoría de las transacciones financieras, con el objetivo de recaudar cerca de 33.000 millones de euros. Con la diluida tasa Tobin, la recaudación esperada no excederá de los 3.500 millones. Muchos años de discusión para recaudar tan sólo un 10% de lo inicialmente previsto. Pobre balance.
Igualar No tiene sentido que un ciudadano pague el IVA de su café y otro ciudadano no pague un gravamen al comprar acciones