Cotizar en la estratosfera: ¿quién dijo vértigo?
Las bolsas afrontan el 2020 empujadas por un 2019 espectacular. Todo va viento en popa y ahí está el peligro
Barcelona
El pasado 24 de diciembre, en medio de los preparativos para la Nochebuena, Donald Trump, su community manager o quienquiera que tuviera acceso en ese momento a su cuenta de Twitter puso el siguiente mensaje: “Nasdaq arriba 72,2% desde nuestra gran victoria electoral 2016; Dow arriba 55,8%. Lo mejor está todavía por venir!”
La euforia del presidente de Estados Unidos, que afronta en el 2020 su altamente improbable destitución a principios de año y su casi segura reelección –según los expertos– en noviembre, está plenamente justificada. La bolsa americana ha vivido un año excepcional. Y no ha sido la única.
El MSCI World Index, el índice que mejor recoge el comportamiento del conjunto de las bolsas mundiales, cerró el 2018 por debajo de los 1.900 puntos. Hoy, cuando quedan apenas dos días para apagar las pantallas de este ejercicio, se han superado los 2.350 puntos, un 25% más. Los grandes mercados han hecho de oro a quien entrara en el momento adecuado. En Wall Street, el S&P 500 sube casi un 30% en el año y el Dow Jones, algo más de un 23%. Aunque el que se ha salido de la tabla ha sido el Nasdaq, volando un 40%.
En Europa, con un clima político deprimente y grandes desequilibrios y reformas por hacer, el
Eurostoxx avanza, contra viento y marea, un 26%, un porcentaje muy similar al de la bolsa de Frankfurt a pesar de su flirteo con la recesión.
Del resto de las bolsas europeas destaca Milán, de la ingobernable Italia, alrededor de un 30% de revalorización anual. El Ibex, lastrado por la banca –su peso en el índice es del 40%–, solo se apunta un 13,6%. Su momento aún no ha llegado, pero es más de lo que augurado al iniciar el año.
En efecto, el 2019 empezó con negros presagios. La guerra comercial entre Estados Unidos y China era, en