La sala de máquinas del alambre
Druids destina 1,8 millones de euros en cuatro años al desarrollo de tecnología para la fabricación de este componente
O renovarse o morir. Los cuatro socios de Druids lo tuvieron claro cuando recompraron la empresa catalana Druids, en el año 2001, cuando el grupo mexicano propietario de esta quiso deshacerse de ella. Raimon Pérez, Xavier Ayesa, Carlos Bippmer y Félix Castro apostaron por la innovación. Ya no valía dedicarse solamente a la fabricación de maquinaria para los distintos procesos implicados en la producción de alambre. Era necesario mejorar los procesos, conseguir hacer más con menos, reducir la huella de carbono, acabar con las emisiones tóxicas.
Gracias a esta apuesta, Druids ha pasado de 10 a 24 empleados desde que fue recomprada. El valor añadido de su maquinaria es también el que mantienen a flote la compañía en estos tiempos tan duros para la industria siderúrgica, señala Pérez. “Hace que no nos vaya tan mal como al resto del sector”, afirma el cofundador. En los últimos cuatro años han destinado 1,8 millones de euros a investigación.
El departamento de I+D está integrado por siete personas (casi una tercera parte de la plantilla). Fruto de su trabajo, Druids está pendiente de la consecución de tres patentes mundiales. Acaban de crear, además, una submarca (Innovation Lab) para llevar las innovaciones conseguidas a sectores afines, a petición de varias empresas de industrias como la química o la de la automoción.
La maquinaria para la producción de alambre de Druids es vendida por todo el mundo (la exportación representa el 97% del negocio). Multinacionales como ArcelorMittal, Deacero o Bekaert poseen máquinas que llevan el sello de esta empresa de Granollers. Unas máquinas cuyo precio oscila entre el medio millón de euros y los cuatro millones y medio de euros. Pérez prevé finalizar el año con una facturación de siete millones de euros, en un año que califica de especialmente malo para el sector.
Raimon Pérez recompró Druids en el 2001 junto a Xavier Ayesa, CarlosBippmer y Félix Castro