Las apariencias engañan
En la última oleada del CIS un 70% decía que su situación económica era buena y en marzo eran solo un 36%. El cambio se debe a los cuatro millones de trabajadores acogidos al ERTE que temían ser despedidos, a los que hay que sumar el millón de personas que espera cobrar la renta mínima vital y a los autónomos, con una subvención por cese de actividad. Pero no hay que olvidar el incremento del ahorro de las familias, que gastan menos y llegan a final de mes.