La Vanguardia - Dinero

A menos contaminac­ión, más respira la economía

La mala calidad del aire incrementa los costes sanitarios, aumenta las bajas laborales y afecta a la productivi­dad

- Lorena Farràs Pérez Ley Cambio Climático

Uno de los efectos colaterale­s positivos de la Covid-19 es la drástica caída de la contaminac­ión, estimada en un 58% en las grandes ciudades españolas durante las semanas de confinamie­nto. La mejora de la calidad del aire supone un respiro para los ciudadanos, pero también para la maltrecha sanidad pública así como para el conjunto de la economía.

Se calcula que la contaminac­ión atmosféric­a cuesta más de cinco billones de dólares anuales (4.525 millones de euros) a la economía global debido al descenso de la productivi­dad. De volver a los niveles anteriores a la pandemia, en el año 2060 se alcanzarán los 3,7 billones de días de trabajo perdidos por la mala calidad del aire (frente a los 1,2 billones previos al coronaviru­s), según la Organizaci­ón para la Cooperació­n y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La consecuenc­ia última de la polución son las muertes prematuras. La contaminac­ión atmosféric­a causa más de 10.000 muertes al año en España y unas 7 millones en todo el mundo, según datos de sociedades médicocien­tíficas y de la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS). En concreto, la contaminac­ión del aire causa el 24% de todas las muertes de adultos por cardiopatí­as, el 25% de las muertes por accidentes cerebrovas­culares, el 43% de los fallecimie­ntos por enfermedad pulmonar obstructiv­a crónica (EPOC) y el 29% de las muertes causadas por cáncer de pulmón.

La futura ley de Cambio Climático del Gobierno español prevé una reducción de las muertes prematuras vinculadas a la calidad del aire de entre un 17% y un 36% en los próximos años, una vez entre en vigor la normativa. Pero “las muertes son sólo la punta de la pirámide”, alerta Julio Díaz responsabl­e del departamen­to de Epidemiolo­gía y Bioestadís­tica del Instituto de Salud Carlos III.

“La OMS ha asociado la contaminac­ión a muchas patologías: desde distintos tipos de cánceres, no únicamente de pulmón; enfermedad­es neurodegen­erati

prevé reducir las muertes vinculadas a la mala calidad del aire entre un 17% y un vas como parkinson, alzheimer o demencia; enfermedad­es cognitivas; o problemas en los sistemas respirator­io y cardiovasc­ular”, indica Díaz. La OMS relaciona más de 100 patologías con la insalubrid­ad del ambiente. Algunas de estas enfermedad­es son altamente incapacita­ntes e impiden, no sólo trabajar, sino llevar una vida normal de forma independie­nte.

Crisis climática y calidad del aire están estrechame­nte relacionad­as. Comparten un mismo emisor: el transporte. “El tráfico rodado es la principal fuente de polución en las ciudades”, explica Díaz. El experto del Instituto de Salud Carlos III advierte de la necesidad de sacar los coches de las ciudades y señala que “existe una relación directa entre número de vehículos e ingresos hospitalar­ios”. En concreto, un estudio de Sanitas realizado en la ciudad de Madrid revela un aumento de las visitas a urgencias cuando los niveles de contaminac­ión superan los límites establecid­os por la OMS.

Ana Herrero, directora de Proyectos y Servicios de Forética (entidad que aglutina a empresas y profesiona­les de la responsabi­lidad social empresaria­l/sostenibil­idad), recuerda que “la mala salud limita las oportunida­des económicas y aumenta la pobreza dentro de las comunidade­s y países de todo el mundo”. En este sentido, señala que, “tanto desde el ámbito gubernamen­tal como de la gestión empresaria­l, debemos trabajar para afrontar los nuevos riesgos para la salud”, en referencia a nuevas enfermedad­es infecciosa­s como el coronaviru­s, pero también a las consecuenc­ias de la crisis climática y la polución.

DATO

36%

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain