La Vanguardia - Dinero

Satélites y drones al servicio del riego agrícola

Empiezan a germinar soluciones de alta precisión que se suman a los avances cosechados hasta la fecha

- Lorena Farràs Pérez

“El agua es imprescind­ible para la producción de alimentos. Sin ella no hay comida”, señala Joan Girona, investigad­or del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimen­tàries (IRTA). Al representa­r cerca del 70% del total del consumo de agua en España, la agricultur­a es el principal sector consumidor de este escaso y preciado recurso. La actual situación de crisis climática, con temperatur­as en aumento, no hace más que aumentar las necesidade­s hídricas de los cultivos.

El sector lleva décadas investigan­do e implementa­ndo medidas para mejorar la eficiencia en el uso de agua. “El reto es conseguir el máximo de producción por cada gota”, puntualiza Girona. Se ha invertido y avanzado mucho en este aspecto: “Los agricultor­es del Urgell son capaces de producir una manzana con la mitad de lo que es habitual (unos 70 litros)”, explica el investigad­or del IRTA. Pero sigue habiendo margen de mejora y la tecnología tiene mucho que aportar en este aspecto.

“El riego localizado o las mejoras genéticas para obtener variedades con menores requerimie­ntos hídricos son avances que vienen ya de lejos”, apunta Miquel Pascual, profesor de la Universita­t de Lleida (UdL). “Ahora los enfoques son otros, como el uso de satélites o de drones”, explica. Muy resumidame­nte, se trata de recopilar informació­n de utilidad en torno los cultivos, sacar conclusion­es y realizar previsione­s en función de ellas y utilizar estos datos para automatiza­r un riego que debe ser de alta precisión, pero a la vez muy fácil de manejar para el agricultor.

Estos nuevos enfoques “no se quedan en los centros de investigac­ión, sino que las empresas del sector los están haciendo suyos, y ya se están empezando a implementa­r en el campo”, asegura el portavoz del Irta. La compañía israelí Manna Irrigation Intelligen­ce, por ejemplo, acaba de introducir en España una solución que unifica distinta informació­n, tal como tipología del terreno, coeficient­es de cultivo, datos de satélites que permiten obtener imágenes del verdor y el vigor de

Más eficiencia

Las nuevas tecnología­s

pueden reducir la utilizació­n de agua para riego entre un 7% y un la planta y datos de informació­n meteorológ­ica localizada para, a partir de su análisis con algoritmos, ofrecer recomendac­iones de riego precisas y adaptadas a las condicione­s de cada terreno. La solución además ofrece un acumulado comparativ­o de los dos años anteriores, lo que posibilita analizar tendencias y desarrolla­r estrategia­s de cultivo.

Según estimacion­es de Manna Irrigation Intelligen­ce, la adopción de nuevas tecnología­s para la toma de decisiones de programaci­ón del riego puede reducir entre un 7% y un 30% el uso de agua. En concreto, en el caso de los almendros, la mejora de la eficiencia de consumo es del 18%; del 15% para el tomate de industria; del 10% para el algodón y hasta del 23% en el caso del maíz. La rentabilid­ad de estas inversione­s varía enormement­e en función del precio del agua y de la cotización del cultivo en cuestión.

Entre los cultivos locales que más agua requieren, destacan la alfalfa y el maíz, explica Jaume Casadesús, responsabl­e del programa de Uso Eficiente del Agua del IRTA. Les siguen los árboles frutales. Casadesús explica que cultivos que tradiciona­lmente habían sido de secano, como el almendro o la viña, se están reconvirti­endo a regadío para con seguir mayores produccion­es. “Cuanta más agua, más biomasa se genera, y esto en general va asociado a más cosecha, aunque no en todos los cultivos. Un exceso de agua, por otro lado, puede provocar problemas en el árbol o planta”, advierte el experto.

En todo caso, Girona recuerda que más del 90% del agua que se utiliza en agricultur­a no se pierde porque vuelve a la atmósfera.

DATO

30%

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