Poca correlación
P.G.
Los fondos de renta variable española han cerrado el pasado mes de junio con una ganancia media del 3,64%, la más elevada entre los diversos tipos de fondos que se comercializan en España. Fue un mes de recuperación que no ha borrado ni de lejos las pérdidas acumuladas desde enero, que se han visto reducidas hasta el 22,1% al término del primer semestre, el peor resultado entre los diversos grupos de fondos españoles. La bolsa española ha sido, en efecto, el peor negocio para los inversores que tienen su dinero en fondos de inversión españoles, aunque la recuperación de junio no deja de ser un buen augurio, según los analistas, que creen que el mercado español de renta variable ha sido excesivamente castigado.
En conjunto, los fondos de inversión perdieron un 4,0% de su valor en este primer semestre del año 2020 y la contribución de los fondos especializados en la bolsa española fue la más negativa de todos los grupos. La renta variable internacional también contribuyó a las pérdidas, aunque en menor medida, de la misma forma que en el mes de junio los mercados exteriores de renta variable aportaron en conjunto un 2,9% de ganancia.
La correlación entre las rentabilidades de los diversos tipos de fondos y la inclinación de los inversores por unos y otros a la hora de invertir su dinero deja bastante que desear. En la primera mitad del año, los fondos más buscados por los inversores fueron los que tienen sus inversiones en la renta variable internacional, aunque este grupo fue el que presentó las segundas mayores pérdidas.
Por contra, los fondos de los que huyó el mayor volumen de ahorro en la primera mitad del año fueron los de retorno absoluto, más de 1.100 millones de euros de salidas netas, a pesar de que no presentaron los peores resultados, ya que si bien su caída en valoración fue del 3,3% en el semestre, cuatro grupos presentaron caídas más acusadas, no sólo los de renta variable, sino también los de tipo global o los mixtos de renta variable.
En suma, las reacciones de los inversores manejando su dinero no siempre se ajustan a unas previsiones acertadas de rentabilidad.